Cap.2

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Narra Kyo:

Estaba levantándome cuando siento un gran mareo -''Me duele todo el cuerpo"- pensó el gato.

Me siento mareado, noto que tengo el cuerpo pesado, me duele la cabeza, casi ni puedo moverme.

Y tengo calor, mucha calor.

Me levanto sintiendo un dolor infernal en todo el cuerpo, me dirijo a mi armario a coger ropa limpia que ponerme.

Me duele tanto el cuerpo que ni tengo ganas de darme una ducha ahora que me puse la ropa ''Total no puedo moverme", me dirijo tambaleándome a la puerta para dirigirme a desayunar a la cocina.

Bajo las escaleras y casi me caigo debido a mi mala salud, por suerte logro llegar al final pero, cuando llegué a la cocina y abrí la nevera, casi me muero debido al frío que salía de ella. Fue tanto frío que me transformé en gato.

Me arrastré hacía las escaleras para llegar a mi cuarto pensando ''Mierda... porque tenía que transformarme precisamente ahora", cuando llegué al final de las escaleras me topé con Tohru camino a mi cuarto. Cada vez me sentía peor, me sentía tan mal que solo pude decir una palabra.

-Ayuda....- y caí inconsciente.

Después de eso no recuerdo nada, cuando desperté me di cuenta que estaba en mi cuarto tumbado en mi futón. Me toqué la frente y me di cuenta que seguía teniendo fiebre...

Me dispuse a dormir un poco para ver si me bajaba la fiebre, después de por fin quedarme dormido tuve un sueño muy raro.

Estaba delante de una puerta mirando por el cristal de dicha puerta, cuando oigo.

-Kyo no puedes salir.

Me giro a ver quien me hablaba, cuando veo a esa persona me quedé estupefacto como si hubiera visto un fantasma. Fantasma porque la persona que estaba viendo en ese momento era mi madre.

-Mamá... -

Cuando oigo mi voz me quedo mudo esa voz era mía y lo que me sorprendió fue que le hablé con añoranza.

-Kyo todo el mundo me tiene envidia de tenerte a ti.

Cuando dijo eso se me partió el corazón al recordar que me lo decía para no mostrar que se sentía como una basura al tener a un hijo suyo maldito por el gato.

-Mamá... ¿por qué no puedo salir?

Me di cuenta que esto no era un sueño, era más bien como un recuerdo.

-Eres tan guapo, que temo que te alejan de mi lado.

Me decías eso... sólo lo decías porque en realidad estabas avergonzada de mi.

Poco a poco todo se volvía borroso, abrí lentamente los ojos hasta abrirlos por completo. Ese recuerdo fue el inició de mi miedo a sentir amor por alguien querido. Comprobé si tenía fiebre, me noté menos que antes. Oigo mis tripas rugir de modo que me levanto para ir y comer algo. Llegué con menos problemas que antes, llego a la cocina y veo a Tohru haciendo el desayuno, se gira y cuando me ve:

-Kyo ¡No debes levantarte con esa fiebre te pondrás peor!

Oírla preocupada me sorprendió pero que ella se preocupara no quería decir que los demás también lo hicieran. Tohru era así con todos...

-Y que mas da lo que me pueda pasar si a nadie le importo -dije la verdad, me molesta que ella se preocupara cuando los demás a su alrededor no lo hacían.

-Por favor Kyo vuelve a la cama que a mi si me importa lo que te pueda pasar- dijo ella mirándome como si fuera mi madre.

Sin más me dirigí a mi cuarto ''No entiendo porqué se preocupa tanto por mí" pensé mientras me tumbaba de nuevo en el futón. Oigo la puerta abrirse de modo que me hice el dormido, esperando que el que estuviera entrando se fuera de inmediato. Oigo un ruido suponiendo que ella va a pensar que me habría despertado, se que era ella porque es la única con un olor tan dulce, después de todo soy un gato que tiene un olfato muy fino. Ella me estará mirando de modo que haré como si estuviera delirando.

-Ummm... mamá me duele todo-

Espero que con eso se halla ido, abrí mis ojos y me encontré a una Tohru pensando en no sé qué.

-¿En que piensas....?- se sobresaltó al percatarse de que me había despertado.

-En nada- se excusó de una manera que ni yo me lo creí.

Te traje la comida-dijo expresando una sonrisa de las que siempre da a todo el mundo, esa sonrisa siempre logra sonrojarme.

-No tenías porqué molestarte me habría preparado algo yo solo- dije mientras giraba la cara para que ella no viera mi sonrojo pero como tengo fiebre seguro que no lo notará.

-Tienes que comer sino me preocuparé de que no comes cuando estas enfermo- Con sólo esas palabras hizo que me sentara de golpe y empezara a comer. Después de todo no le puedo negar nada, si lo hago le chillaré y la haré sentir mal.

Cuando terminé de comer me dispuse a levantarme para poner a lavar los trastos pero Tohru me lo impidió diciéndome que no podía hacer esfuerzos, no dije nada. Cuando Tohru estaba a punto de pasar por la puerta...

-Oye...- Tohru se giró, señal de que me escuchaba- No te preocupes mucho por mí ya que cuando esté curado seguiré diciéndote cosas que seguramente te herirían- Esto último no sé de donde salió ese lado de mí pero lo que dije me dolió incluso a mí.

-Para mí eres muy importante Kyo- en cuanto terminó de decirme eso se fue dejándome totalmente sorprendido.

''Ella se preocupa por mí aunque no tenga que hacerlo, lo hace ¿Cómo es posible que halla alguien como ella en este mundo?"

-Soy feliz de ser importante para ella- dije para mí mismo, mientras pensaba en que alguien se había preocupado por... un gato maldito. Y ese alguien era Tohru.











Kyo con fiebre.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora