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-¿Cómo? ¿Qué ha pasado? ¿Cómo es que no me lo habias dicho?-me alteré demasiado, estaba muy asustada por Lleó, corría peligro.

-es que... no te lo puedo contar, le prometí a Raquel que no diría nada.

-¡pero es una locura! ¿por qué no me lo cuentas Claudia?-tenía que ser algo muy grave para que no me contaran nada.

Pasó la mañana y esa tarde decidí irme al hospital a visitar a Lleó, estaba en planta ya le habían sacado de la uci pero aún seguía en coma.

Cuando llegué estaba Raquel, le dije que saliera a tomar el aire y yo me quedé a solas durante diez minutos con Lleó.

Me dediqué a contarle lo que había echo en las vacaciones de navidad, sabía que en el fondo me estaba escuchando.

Pasó una semana, todo seguía igual, el dia quince estabamos en el patio y vimos a Raquel muy alterada, nos acercamos y nos contó que Lleó se había despertado.

Esa tarde fui a verle, tenía ganas de hablar con el y preguntarle por todo.

-¡Lleó! ¿que tal?-le di dos besos y un abrazo muy fuerte.

-¡ay! ¡que tengo moratones burra!

-lo siento- me puse roja.

-No pasa nada-sonrió.

-bueno, ¿y me vais a contar ya como fue el accidente? ¿u os lo tengo que sonsacar?

En ese momento entro un policía en la habitación.

Mi vida por mí.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora