SEÑAL DE SANGRE

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el viento soplaba por el campo, la comarca estaba menor concurrida que de costumbre y mucha gente en la calle comentaba de aquel joven recostado debajo de aquel árbol

Merri: saya que hacer,

me pregunto Merri, estaba encima del techo de mi casa mirando hacia aquel árbol y aquel joven que estaba limpiando su espada.

Saya: solo miro hacia el bosque.

Merri subió el tejado de mi casa y se sentó a mi lado.

Merri: mirando hacia el bosque o estas viendo a aquel joven.

saya: de que estas hablando Merri yo...

Merri sonrió

Merri: es lógico que lo mires, mi mama dice que todas las chicas del pueblo lo encuentran atractivo, después de todo esa es una de las características de su raza,

Era cierto, aquella raza también los caracterizaba por que eran muy bellos, de cierta manera sus ojos y su tes de piel los hacia hermosos ante nosotros.

Merri: pero mi mama dice que no debemos dejarnos engañar, pues ellos son iguales que aquellas criaturas.

Saya: entonces creo que es bueno tenerlos de nuestro lado, no crees.

Merri: de cierta manera, ya que nos cobran por los trabajos y dices que no son muy sociables que digamos, para ellos no somos mas que otra plaga, al menos eso dice mi papa.

Saya: tu papa conoció a uno de ellos cierto.

Merri: si... ase años mi papa fue salvado pro uno de ellos y al ofrecerle una recompensa aquel sujeto le dijo, ustedes no son mas que otra plaga, después dice que dio media vuelta y se fue.

el viendo soplaba y el cabello de Merri se deslisaba por su piel blanca, siempre había pensado que Merri era muy guapa, asta se podría decir que empezaba a sentir atracción por ella, después de todo su cabello rubio y ojos color avellana eran tan hermosos que era casi imposible no sonrojarse con su mirada tan tierna y linda.

Saya: bueno.... pues comprobaremos que tan cierto es que no les caemos bien

dije y me levante, estire mis brazos y los puse en mi cintura, boletando a ver a Merri con una sonrisa, quien me devolvió la sonrisa.

Merri: estas segura que deberíamos hacer esto, dijo que tal si se enoja e intenta hacernos algo.

Saya: tranquila, no creo que arriesgue su paga solo por un par de niñas no crees.

Merri: en eso tienes razón.

al fin estábamos cerca de aquel árbol un gran campo verde y en el centro aquel árbol, que florecía de manera tan hermosa, unos pétalos rosas, según el libro que leei aquel árbol se conocía como cerezo y era originario de japón, una región donde florecía cada primavera y sus hojas caían en otoño, la gente del pueblo lo consideraba un árbol mágico, pues nunca se marchitaba, decían era por la esencia que dejaban los cazadores, aquel joven permanecía sentado limpiando su espada, en el piso avía extendido lo que parecía ser la piel de un animal y en ella estaban barias herramientas que traía con el, cuchillos un revolver y una daga que desde que la vi me pareció interesante, tenia la empuñadura de hueso y en forma de una cara de lobo, la hoja era fina y de un lado tenia afilados dientes de cierra y la punta se curvada como para formar un pico... aquel joven dejo su espada suavemente sobre el pasto, saco de aquella mochila de piel un objeto extraño parecía lo que los libros dicen una concha de mar, tenia algunos agujeros, puso su labios sobre una de las puntas que parecía tener un agujero y de aquel objeto empezó a sonar una dulce melodía, era como si el viento estuviera cantando, esa suave melodía me iso recordar a mi hermano, el savia tocar la flauta con la misma destreza y todos decían que algún día podría llegar a ser un gran músico como los de la antigüedad, todos amaban escuchar a mi hermano.

Merri: toca hermoso,

dijo con la vos muy suave

Saya: si, es impresionante.

de pronto después de unos minutos de estar tocando aquel joven abrió sus ojos y retiro aquella concha se su boca.

Zenif: si solo se quedan escuchando escondidas ahi, no creen que es algo descortés.

}dijo y miro hacia donde estábamos escondidas.

Saya: nos descubrió.

Merri: y ahora que hacemos

Zenif: por que no se acercan y se presentan o acaso me tienen miedo

aquellas palabras me hicieron recordar, cuando mi hermano y yo mientras estábamos sentados en la mesa veíamos aquel libro que tanto nos justaba ver que contenía todo hacerca de la tierra antes de que todo esto ocurriera, cuando me dijo que si le tenia miedo a los cazadores y firmemente le dije que no y afirme

Saya: si alguna vez me topo con uno de ellos cara a cara no mostrare miedo y lo saludare.

salí del escondite

Merri: a donde vas, Saya no

camine hacia donde estaba aquel cazador y me pare frente a el, el me miro con ojos despreocupados,

Saya: mi nombre es Saya, mucho gusto

dije y extendí la mano, me miro y empezó a reírse

Saya: por... por que te ríes???

dije sonrojan dome

Merri: saya

dijo merri acercándose a mi

Merri: que pasa.

Saya: no se solo dije mi nombre y empezó a reírse

Zenif: perdón... perdón es que me parece divertida tu valentía

Saya: diver...tida.

dije un poco tímida

Zenif: si divertida, la mayoría de los humanos nos temen otros nos odian, algunos mas solo nos admiran por como somos, pero nunca e visto a ninguno de ellos acercarse con tanta dedicación y valentía y presentarse, es asta irónico.

Merri: por que irónico?

Zenif: por que se supone que nosotros los cazadores como ustedes nos llaman, no deberíamos convivir con ustedes, sin embargo yo no sigo ninguna regla así que no hay razón por la cual no poder hablar con ustedes.

saya: acabas de decir, como nos llaman ustedes, eso que quiere decir?

dije mientras me sentaba frente a el, Merri al verme iso lo mismo

Zenif: veo que eres muy observadora, veras ustedes los humanos decidieron llamarnos cazadores ya que para ustedes somos los únicos que pueden cazar y matar a esas vestías tan repugnantes, sin embargo para nosotros ese nombre no es mas que un apodo.

Saya: quieres decir que no se asen llamar así.

Merri: entonces como se llaman?

Zenif: GAIARS (hijo de la tierra)

Merri: y a las criaturas como les llaman

aquel joven sonrió y detrás de el se dejo ver el atardecer el sol que iba ocultándose poco a poco, tomo su espada y se puso de pie con los ojos serrados desenfundo su espada y cuando la oscuridad estaba asiéndose presente y las antorchas del pueblo espesaron a encenderse, un silbido se escucho la alerta de que aquellas criaturas estaban cerca.

Zeniff: se llaman..... RENEGADOS.

Dijo y se puso delante de nosotros, dejo caer la gabardina que le cubría y su espalda desnuda revelo una gran marca en su espalda, como de unas garras que cubrían la mayor parte de su espalda.

LINAJEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora