Yo te salvare (Dipper y tu)

Después del beso

-¡_____!-

-Mamá-Corrí a los brazos de mi madre-

-¿Qué es lo que sucedió?-Dijo preocupada-Vinimos lo más rápido que pudimos, apenas vimos la noticias-

-¿Noticias?-

-Bueno los chicos que intentaron secuestrarlas fueron arrestados, menos mal que Dipper y su amigo estaban cerca-

-Si... por suerte Thomas y Dipper supieron arreglárselas para ayudarnos-

-¿Thomas?-

-¿Qué pasa ____?-

-Hija porque no nos contaste que tus amigos habían llegado a la ciudad... ¿A caso ellos también son amigos de ese...monstruo?-

-¿Monstruo?-

-El chico rubio que podía hacer magia negra...-

-No, lo siento, no se de quien hablan-Dijo Mabel-

-Dipper, debo darte las gracias por haber rescatado a mi niña-Mi padre le dio un fuerte apretón de manos-Si algún día necesitan algo pueden contar con nosotros para lo que quieran, estamos en deuda con ustedes-

-En ese caso, ¿____ podría quedarse hoy en casa?-

-Mabel... no creo que sea bueno que me quede esta noche, además de seguro mis padres prefieren que este con ellos-

-Tiene razón, pero el próximo fin de semana no tenemos problemas en que se quede aquí, después de todo son buenas amigas, pero por ahora preferimos que nuestra hija se quede con nosotros-

-Mabel, sus padres tienen razón, lo que acaban de vivir fue algo realmente traumático, no deberías tomarlo tan a la ligera...-

-Bien, entonces te iré a buscar el otro fin de semana _____-

-Está bien, creo que por ahora me gustaría volver a casa-

Al parecer Bill había cambiado un poco la historia al igual que los chicos, solo para que mis padres no se asustaran al saber de su presencia, creo que es lo mejor por ahora. Cuando volvimos a casa, mis padres me preguntaron sobre lo sucedido, la verdad no había mucho que contar, resumí lo más que pude la historia y luego me fui a acostar.

Esa semana mis padres fueron sumamente protectores, me iban a dejar y a buscar al instituto, también me llamaban a cada instante para saber si me encontraba bien y asegurarse de que nada extraño me hubiera pasado.

Mabel y Dipper le reprocharon a Isabela por lo que había dicho y Bill, se encargó a su manera de dejarla en vergüenza, haciendo que se callera en público, que las bebidas se le cayeran sobre la ropa y que su pelo no dejara de desordenarse y de vez en cuando se trabara al momento de hablar, todo gracias a su magia.

-Vamos Bill, creo que ya es suficiente...-Dije cuando la hiso caer al barro-

Me acerque a ella y estire mi mano para ayudarla a ponerse de pie, pero se negó a tomarla, se levantó por si sola y siguió caminando como si nada.

-Yo creo que jamás tendrá suficiente-

-Aun así ese no es un pretexto, sigue siendo en parte una persona, nadie merece que le pasen tantas cosas malas seguidas-

-____ eres una persona muy buena-Dipper paso su brazo por mis hombros-Bien te apoyare-

-Siempre te gusta llevarme la contraria ¿No?-

-Para eso nací-Dijo Dipper sacándole la lengua a Bill-

-Ten cuidado no vaya a ser que un día despiertes sin esa lengua-

-Vamos Bill, los chicos tienen razón, ya es suficiente-Dijo Mabel-

-Bien, no lo seguiré haciendo, pero solo porque tú lo pides-

-Por cierto Dipper-Dije mirándolo-Saca tu brazo de mis hombros-

-Bien-Dipper me di un beso en la mejilla y me soltó-Tengo que ir a comprar unas cosas, nos vemos luego, Bill tu vienes conmigo-

-¿Qué?, ¿Por qué?-

-Porque no te dejare solo con Mabel, por eso-

-Que tú no puedas estar con la chica que quieres, no significa que yo tenga que amargarme contigo-

-¿Quién dice que no estoy con la chica que me gusta?-

-Yo-Dije sacándole la lengua-

-¿Aun no me perdonas?-

-Ya te perdone, pero eso no quiere decir que seamos novios-

-Obvio Dippi no le has pedido que sea tu novia...-

-Bien, en ese caso...-

-Vamos Mabel que se nos hace tarde-

Tome a Mabel del brazo y la arrastre lejos de los chicos, hasta llegar a una heladería que había cerca de casa.

-¿Por qué arrancaste?-

-No quiero escucharlo-Dije cubriéndome el rostro-Me dio vergüenza-

-No podrás arrancarte por siempre-

-Lo hare mientras pueda-

Mabel negó con la cabeza y yo le sonreí. Cuando llegamos a casa mi madre le ofreció un poco de pastel por lo que nos quedamos conversando un poco respecto a la escuela, los chicos y las chicas.

-Bien, será mejor que vuelva a casa, acuérdate ____ que hoy es la pijamada-

-Tranquila Mabel, no has dejado que lo olvide-

-Lo sé, pero por si las moscas te lo vuelvo a recordar-