Yo te salvare (Dipper y tu)

Después de clases

-Bien, creo que con esto ya estamos listo, es hora de volver a casa-Dije terminando de trapear-

Los chicos se encontraban afuera, para no ensuciar cuando terminara de limpiar el suelo. Ya habíamos sacado los chicles, borrado la pizarra, limpiado los vidrios y era hora de volver de una vez por todas a casa.

-_____ ¿No quieres ir a dar una vuelta con nosotros?-Pregunto un poco tímido Dipper-

-No, yo lo siento chicos, pero debo volver a casa, las vacaciones ya terminaron-

-Bien, en ese caso ____ te acompañare a casa, debo decirte un par de cosas-Dijo Bill poniéndose a mí lado-Además vivo cerca de tu casa-

-¿A si?-Asintió-De todos modos me seguirás así que está bien, vamos-

-Bueno nos vemos mañana entonces-Dijo Mabel un poco bajoneada-

-Tranquila Mabel, si quieren podemos salir el fin de semana-Dije sonriendo-

-Está bien-Respondieron los Gemelos-

Abrase a Mabel y me despedí de Dipper con la mano, entonces Bill empezó a caminar a mi lado. Me sentía un poco mal por la manera en que había tratado a los chicos, pero si les daba mucha atención podía volver a suceder lo mismo y no permitiría que eso volviera a pasar.

-¿Cómo has estado?-Me pregunto Bill-

-Bien-Respondí casi sin mirarlo-¿Por qué no me visitaste?-

-Supuse que necesitabas un poco de tiempo a solas-

-Pues si lo necesitaba, pero también necesitaba a un amigo-

-Bueno ahora tienes tres-Solté un suspiro-

-Bien ¿Qué es lo que necesitas decirme?-

-Es sobre tu descendencia-

-Sobre los Grimm-Bill asintió-¿Qué sucede con eso?-

-Debes tener cuidado, no puedes ir por allí diciendo quien eres, hay muchos que les tienen miedo a los Grimm y a sus descendientes, pero también hay quienes los odian, andar por allí provocando a los demás no te traerá nada bueno...-

-Lo dices por como trate a Isabela-

-Exacto, debes tratar de ser más discreta, yo tampoco ando por ahí diciendo quien soy-

-¿No?-

-Bueno los Pines son un tema distintos, ellos ya me conocían...-

-¿Y a mí?-

-Bien no soy el mejor ejemplo a seguir lo sé, pero al menos yo sé cómo actuar y controlar mis poderes, en cambio tú con suerte sabes distinguirlos y si no fuera por mi quizás estarías encerrada en un loquero-

-En ese caso enséñame-

-¿Eh?-

-Dices que no se utilizar mis poderes, pues enséñame, es lo menos que puedes hacer por mí, después de todo lo sucedido-

-¿Estas segura de eso?, pensé que querías una vida normal-

-Con ustedes cerca, dudo que logre tenerla, además eso me ayudara a distraerme-

-Ya veo... así que pretendes olvidar a Dipper-

-Eso no es lo que quise decir-Dije mirándolo fijamente-No pongas palabras en mi boca que no he dicho-

-No hace falta, se nota en como lo miras y tratas de evitarlo-Dijo mientras ponía sus brazos en su cabeza-Está bien, te enseñare a ver los puntos débiles, para que puedas defenderte, pero no te aseguro que eso te ayude a olvidarlo-

-Eso no te incumbe-

-Bien aquí vivo yo-

Nos encontrábamos frente a un edificio de color gris, que quedaba a unas cuadras de distancia de mi casa. Bill entro como si nada al lugar, me pregunto con quién vivirá allí. Mejor no saberlo. Me apresure en llegar a casa. De seguro me llevaría un buen reto por parte de mi madre, por no estar a la hora. Tenía razón cuando llegue a casa mi madre estaba alterada, haba llegado dos horas tarde del instituto estaba sumamente asustada pensando en que me había pasado algo malo en el camino o que había intentado hacer alguna cosa contra mí misma. Creo que ve demasiadas películas de terror. Me obligo a encerrarme en la pieza mientras llamaba a mi padre para decirle que me encontraba a salvo. Cuando se tranquilizó entro en mi habitación para disculparse y preguntarme lo que había pasado. No fui capaz de decirle que los Pines estaban en mi clase ni que Bill había vuelto con ellos, después de todo le tenía miedo.

-Entonces te ofreciste para ayudar a tu compañero a limpiar la sala-Asentí-Supongo que el pobre de Thomas no hubiera terminado nunca si no fuera por tu ayuda, pero para la próxima vez avísame, ves que casi se me sale el corazón-

-Lo siento mamá, me preocupe tanto en ayudarle que no note la hora que era-

-Bien, ahora cámbiate de ropa y baja que calentare el almuerzo-

-Gracias mamá, eres la mejor-