Querido padre:

15 1 0
                                    


Esto es para ti, para el padre que nunca fue padre, pero sí muy querido y amado hasta que su hija se cansó de ilusionarse. 

¿Cómo confiar, si fue tu padre la primera persona en decepcionarte, jugar con tu confianza, abandonarte, hacerte temblar de los nervios? 

Te perdono, porque a fin de cuentas eres humano; porque a fin de cuentas no tengo porqué cargar con rencores no merecidos. 

Eres humano, sí, pero la cagas. Y yo ya me cansé de creer en las oportunidades para ti. 

Y es sorprendente lo indiferente que puedo hablar sobre esto, pero lo mucho que me termina afligiendo tu ausencia. El vacío que debió ser llenado desde que era una pequeña pero nunca hubieron intensiones de ser llenado. 

Y hace un eco desde mi pecho. Un eco ensordecedor que me envuelve cada que me descuido. 

Padre, tus ausencias no se curan o se justifican con encuentros de dos veces al año que contienen un paseo y algo material. Nunca lo han hecho. 

Me siento débil cuando veo a niñas bailando o riendo en los brazos de su padre, porque nunca lo tuve, porque sé que es hermoso, porque sé que es único. Me hicieron falta escuchar dedicados y cariñosos cumplidos que no recibí hasta que pude ir construyendo la fuerza para darme valor a mi misma. 

Necesitaba de una protección y figura que en lugar de dármela me hizo falta en muchas, incontables situaciones. Necesitaba de tu amor.

Te necesitaba. Te necesité. 

Pero tengo que aprender a vivir sin ti, estoy trabajando en eso con grandes intenciones; no puedo permitir que me sigas dañando. 

Curioso, son palabras que puede decir una hija a un padre muerto. Tú no estás muerto, tú únicamente decidiste alejarte sin rastro ni responsabilidad. 

Te perdono, por esto y más.

Barb. 

Querido...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora