Capítulo 11

288 40 3
                                    

09:00 PM en punto, seguía caminando sin rumbo fijo, llovía y las personas pasaban a través de mí,  después de todo no podían verme si no lo deseaba, porque yo sólo deseaba ser visto por él,  el chico que me había robado en aliento, Sungjong se había convertido en mi todo y ahora sólo era un monstruo ante sus ojos, me sentía miserable e inútil, a mi alrededor todos parecían felices menos yo, y sentía miles de emociones, comenzaba a sentir, cada día con más intensidad y no supe en qué momento la lluvia caía de manera cálida por mis mejillas, pero no, no era la lluvia, caí en cuenta de que mi cuerpo reaccionaba como el de los humanos ante la tristeza, y por primera vez en todos los años que he vivido estoy experimentando a lo que ellos llaman llorar.

Las piernas se me debilitaban con cada segundo que pasaba, había dejado de caminar y sólo me encontraba de pie en medio de toda la multitud, mirando hacia la nada, noté murmullos que no pude distinguir con claridad puesto que no estaba prestando atención a mi alrededor, como también que comenzaba a empaparme, pero pude notar con claridad como las personas ya no pasaban a través de mí, si no por mis costados, me esquivaban y me asustó sentirme tan frágil, porque podían verme, me asustó aún más una mano la cual se posó en mi hombro haciéndome voltear.

- Vamos a tomar un café, hace frío y estás empapado - era imposible no reconocer a aquel chico, Dongwoo, el novio de Howon, el hermano de Sungjong, me indicó con un gesto de cabeza en dirección a la cafetería que estaba frente a nosotros a lo cual sólo asentí y entramos, al tomar asiento nos tomaron la orden enseguida.

- Para mi un Latte macchiato, ¿tú? - me observó atento

- ¿Eh? - dije distraído sin saber qué elegir, nunca antes había probado lo que los humanos comían, me sentía tan torpe que las palabras no salían

- Cierto, lo había olvidado...- lo oí decir por lo bajo - Que sean dos Latte macchiato por favor - pidió a la mesera quien anotó en su libreta y nos dejó a solas

- ¿Cómo es que... - 

- ¿Pude sentirte? - me interrumpió y yo asentí - Digamos que... tenemos ciertas cosas en común - me miró atento, ¿cosas en común?, ¿a caso era un ángel o otra especie de cosa? - Pero, primero que nada me gustaría saber por qué estabas en nuestra casa, más bien por quién - preguntó sin apartar su mirada

- Sungjong, es por Sungjong - bajé la cabeza

- Lo sabía, pero debía confirmarlo, me gustaría agradecerte  - dijo sincero 

- ¿Agradecerme? - lo miré confundido, la mesera dejó nuestros Latte macchiato en la mesita 

- Gracias - dijimos ambos

- Sí, sé que fuiste tú quien los salvó del accidente, cuando eran niños - bebió su latte

- ¿Cómo lo sabes? - abrí mis ojos ante la sorpresa  

. Ya te lo dije, tenemos cosas en común - sonrió 

- ¿Qué eres?, ¿tienes algún don especial o algo? - se largó a reír, le di una probada a lo que me habían servido, sabía exquisito 

- Digamos que en algún momento fui como tú, ahora no soy más que un caído - volvió a sonreír, y no sabía cómo responder a eso, no era común que hubieran caídos, las posibilidades de toparse con uno eran escasas para cualquiera

- ¿Hiciste algo malo por lo cual te despojaron? - pregunté curioso

- ¿Cuál es tu relación con Jjongie? - preguntó poniéndose serio

- Le amo - soné débil 

- ¿Y qué hay de malo en eso?, ¿por qué te vez tan miserable? - dio otro sorbo

- Él lo notó, más bien, sabe lo que soy y ahora me ve como a un monstruo - mi voz se fue apagando - No sé qué hacer para que crea en mí, que de verdad algo pasa conmigo porque desde que lo conocí he sentido, se supone que nosotros no podemos sentir, es desconcertante y abrumador, cada vez siento las cosas con más intensidad, acabo de ser visto en la calle no sé cómo, hasta me he empapado - apunte mi ropa la cual efectivamente estaba empapada

- Para nosotros es nuevo, cuando nos enamoramos sentimos todo con más intensidad, es extraño al principio por razones obvias, no podemos sentir y cuando esto se hace presente nos desconcierta, cuando pasas tiempo con esa persona, un lado de nosotros se vuelve más humano, no es que nos volvamos como ellos, seguimos siendo ángeles, sólo que ahora podemos sentir como humanos, digamos que nos debilitamos por decirlo así, es difícil de explicar - tomó una pausa para beber de su latte - El caso es, no creo que Jjongie te odie, o te vea como un monstruo, es alguien muy puro, nunca tuvo una relación amorosa y nunca hemos sabido que le ha gustado alguien, sólo puedo asegurar que está dolido porque le mentiste, y no es que te culpe porque no es algo que se pueda decir a cualquier persona, pero también me pongo en su lugar, si descubres que la persona que amas es un ser que sólo ves en cuentos y películas, ¿cómo te sentirías?, no es como si los humanos se toparan con ángeles por la calle, él odia que le mientan, pero no te culpo, dale tiempo, lo entenderá - suspiró 

- Es el chico más lindo y adorable que he conocido, nunca quise decepcionarlo, quiero que sea feliz,  y aveces me cuestiono si yo puedo lograr que el lo sea, soy diferente, un ángel y él un humano - respire profundo 

- No fui despojado, más bien yo me despojé a mi mismo - dijo mirando hacia la nada - Sé como te sientes porque la razón de querer ser humano fue porque me enamoré, fue lo más loco que he hecho, me lancé a la vida sin saber si él podría amarme como yo lo hacía, saber que quería estar toda una vida junto a Howon fue razón suficiente - me miró con sus ojos brillantes, con la mirada de un hombre enamorado

- ¿Él lo sabe? - pregunté

- Nunca lo supo, de alguna manera es mejor así - asintió para si mismo

- ¿Cómo lo lograste?, el convertirte en mortal - lo miré curioso

- Me dejé caer, renuncié a todo -contestó como si fuera lo más normal - Es tarde, debo pasar por Howon - miró su reloj

- Gracias por tu tiempo y el café - me rasqué la nuca avergonzado 

- No agradezcas, espero que haya una próxima vez, y ya sabes, Jjongie es bastante sensible, dale tiempo y hablen con tranquilidad cuando llegue el momento, confío en que eres bueno para él, es como mi hermano pequeño, si lo lastimas no seré amable - palmeo mi hombro - ¡Hasta pronto! - pagó la cuenta y se fue con esa sonrisa típica suya.


Me encontraba en la misma azotea de siempre, me ha gustado desde que volví a seúl, ya que puedo observar la ciudad de noche con sus luces y el amanecer por las mañanas. Pensé una y otra vez las palabras de Dongwoo "dejarse caer", ¿sería tan simple cómo sonaba? lo dudo, pero ¿cómo lo había logrado?, ni siquiera pude preguntarle ya que se marchó dejándome en la intriga, paseándome de un lado a otro, pensar tanto me volvía loco, quería correr a los brazos de Jjongie, volver a besarle y dejar de pensar, que todo estuviera bien, empezar de cero sería difícil, pero estoy dispuesto a todo por él, para estar a su lado debo hacer que confíe en mi, pero tengo miedo, miedo de que no me quiera cerca, de que no me ame tanto como yo lo amo a él, de que quiera alejarse y no verme nunca, porque cada día que pasa necesito de él para seguir viviendo, y no, no puedo rendirme ahora.

- Hey - escuché aquel susurro tímido, y en estos momentos era la persona que más necesitaba pero menos quería ver, Sungkyu.



Lamento la demora y por hacerlas esperar mis preciosas lectoras, no había podido actualizar puesto que no estaba en casa, peeeeeeeero, ya estoy de vuelta!, gracias por sus votitos y comentarios, las amo a todas iiiiiih, ojalá disfruten este capítulo nos leemos pronto!!!!!!<333


Serendipia [MyungJong]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora