Los monstruos son reales

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Título: GUGALANNA

Autora: Clumsykitty

Fandom: MCU

Parejas: Stony y un pellizco de Thorki, algo de OC/Loki.

Derechos: Todo es de Marvel, hasta mi alma pecaminosa. Yo solo hago ideas.

Advertencias: Violencia, sangre, horror y malos tragos. Me tomo súper licencias con aspectos mitológicos, otros tantos con personajes. Adoro los monstruos y el terror, por lo que esta historia es de lo más oscura. Más no puedo decir.

Gracias por leerme.

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Capítulo 2. Los monstruos son reales.

Ya no sé lo que está bien y lo que es real,

ya no sé cómo se supone que me tengo que sentir,

¿cuándo crees que se aclarará todo?

Porque me domina el miedo.

The Fear, Lily Allen

El zumbido de las hélices acompañaba la meditación de Phillip Coulson mientras viajaban de vuelta a su cuartel en Viena donde recientemente habían perseguido a un grupo de terroristas islámicos que Hydra había contratado para robar armamento que viajaba por el país hacia Rusia. Los habían detenido, arrestado y llevado a resguardo las armas pero había algo en todo ello que dejaba una inquietud en el Jefe de Shield. Quizá era que ninguno de sus agentes había resultado herido o que los terroristas en cuanto se vieron rodeados simplemente tiraron las armas que portaban, cayendo de rodillas con manos en alto como gesto de rendición. Parecía que los hubieran estado esperando, aquello no podía ser ni remotamente bueno. Su helicóptero aterrizó sobre el techo del edificio donde se albergaba el cuartel, escuchando a sus asistentes que le alcanzaron mientras bajaba para darle los últimos informes sobre el cargamento.

No hubo más problemas, dedicándose a lidiar con los burócratas conservadores que buscaban llevar a juicio al Sargento Barnes por crímenes en contra de la Humanidad como si fuese Hitler mismo. De suerte que tenían contactos en las Naciones Unidas para mediar con el asunto, aunque en realidad les hacía mucha falta –Coulson tenía que aceptarlo- las poderosas influencias de Anthony Stark para zanjar esa clase de problemas políticos, pero el genio millonario estaba lejos de su alcance. Pavel Bodrov ya le había amenazado sin pestañear siquiera con hundir Shield si intentaba sacar a su paciente de la clínica. Así como el castaño tenía su grupo de influencias, aquel psiquiatra se codeaba con los más poderosos, particularmente militares. Y lo que menos necesitaban era altos mandatarios de las Fuerzas Armadas molestos con ellos.

-Agente Riso, ¿tenemos ya el inventario del armamento?

-Sí, Jefe, hay ausencia de un equipo completo de demolición. Los arrestados han declarado que la usaron.

-¿En dónde?

-Será contra qué. Jefe, venga a escuchar esto.

Uno de sus agentes le guió a la sala de interrogatorios donde uno de los terroristas, de los más jóvenes, narraba el por qué se habían rendido tan pronto. Cuando habían llegado a la estación ferroviaria por el cargamento para hurtarlo, encontraron el sitio completamente vacío con un frío anormal a pesar de ser de madrugada. Comenzaron a descargar los vagones con la máquina del tren aun funcionando pero sin conductor a la vista. Al término de su traslado, escucharon un extraño sonido que el joven árabe relataba tenía similitud a un mugido de toro. Temiendo que fuese una redada, tomaron sus armas. Un tercio de sus compañeros perdió la vida en un parpadeo, algo se movía entre ellos tan rápido que lo único que podían ver era una sombra enorme atravesándoles. Fue cuando usaron las municiones para hacer estallar la estación como parte del tren y escapar a toda prisa, con el terror en sus rostros cada vez que aquel frío parecía alcanzarles hasta que al fin entraron a la ciudad cuando el sol salía y Shield los interceptó.

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