You're SWEET [JiHan]

Capítulo 13: "¿Cómo sabes eso?"

Capítulo 13:

Las mañanas de Jisoo cambiaron radicalmente para bien, pasó de tener una rutina a despertarse cálidamente en el cuarto de un hotel de montaña sonriendo, sin preocupaciones. Por el perfume que su nariz captó, sabía que aquella persona que descansaba encima de su brazo era un ángel que llego a la tierra para hacerlo sentir un ser completo. Había girado la cabeza para sonreír al ver ese rostro de Jeonghan tan lleno de paz y tranquilidad, tomó uno de sus rubios cabellos y lo acomodó hacia atrás.

-¿Por qué no puedo escapar de ti Yoon Jeonghan? –pensó para sí mismo a la vez que se giraba y lo abrazaba para traerlo más hacia él, el mayor lo abrazó entre dormido y despierto como si su vida dependiese de ello. Y es que tenía frío, ambos estaban desnudos debajo de los cobertores blancos.

-Buenos días...-dijo con la voz adormilada Jeonghan mientras hacia un intento de borrar la neblina del sueño  de sus ojos.

-Buenos días, ¿dormiste bien? – como si eso fuera una pregunta estúpida, pero era su costumbre últimamente.

-¿Estás loco? Fue la mejor noche de mi vida...-rezongó y pegó sus mejillas al pecho del menor como un minino en busca de afecto.

¿Tendría que decirle? Pero eso arruinaría el momento, no quería hacerlo pero Jisoo sabía que en algún momento debía decirle la verdad sobre su pasado porque no quería ocultarle nada a Jeonghan, no debía. Sentía desde lo profundo de su ser de que, el mayor había llegado a iluminarle la vida y a darle aquello que tanto le negaron. Jeonghan había nacido, para hacerle conocer el amor, el amor verdadero y puro, aquello que puede hacerte sentir rico y a la vez completo sin tener nada más en las manos que el rostro de la persona amada.
Cada vez que lo abrazaba, cada vez que sonreía, el corazón del americano experimentaba cosas que jamás supo comprender y que lo asustaban a veces, también sentía que debía y tenía que darle el mundo a Jeonghan pero, por ahora, se conformaba con darle muchos besos en la cabeza y abrazarlo.

[...]

Jun sintió que dos paredes lo aprisionaban, y no sufría de claustrofobia pero el peso a sus costados era casi por igual. Abrió los ojos y se encontró con Dino aferrado a su pecho, eso lo obligó a pestañar varias veces porque su corazón latía rápidamente. Quiso alejarse, eso no estaba bien, él era un niño, o bueno, ya no era tanto el niño que conoció hace años atrás pero, si Jeonghan lo encontraba así con su hermanito seguro que lo mataría. Quiso moverse y apartarse de esa linda cara cercana pero chocó con algo parecido a una pared.

-Hyung, quédate quieto...-DK habló dormido y molesto, con la boca entreabierta porque así callo rendido.

Jun ahora entendía porque había cinco manos en aquella escena y no era producto de su imaginación rara y hasta a veces delirante. DK lo abrazaba por detrás, él abrazaba al pequeño Chan y Chan lo abrazaba a él. El ayudante de cocina se giró al lado contrario y los empujó, logrando que ambos cayeran a la alfombra de piel sintética que había allí.

-¿Hyung? –Chan estaba encima del dueño de la cafetería como si fuera lo más normal del mundo mientras este se quejaba del golpe en la cabeza que había recibido.

-Vaya forma de despertar...- se quejó el mayor abriendo los ojos y viendo al menor sentado en su abdomen como si nada.

-Creo que DK-hyung reclamó nuestra cama.-Chan rió observando como el hyung que los hecho de allí, se hacía bolita en medio del lecho.

-Claro...-Jun miró hacia otro lado, aquello era incómodo para él y Dino solo se limitaba a reír por la forma tan exagerada en la que DK roncaba.