Reacción ácida - (Fankyle)

3.- Confesión

Para cuando el timbre anuncio el fin de la clase, Kyle tomo su mochila y entre tropezones dejo el aula a paso apresurado, necesitaba hablar con Fanboy cuanto antes. Lo busco con la mirada, encontrándolo de pie junto a las escaleras, por suerte estaba solo y sin Chum chum a la vista. El pelirrojo se apresuró a llegar hasta él y sin mediar palabras, lo tomo del antebrazo arrastrándolo consigo, lejos de cualquier mirada.

Kyle lucia mal humorado y con el ceño ligeramente fruncido, mala señal, pensó Fanboy sin objetar, siguiendo los pasos del pelirrojo a un pasillo vació. Al estar solos, le soltó el brazo, para encararlo.

–Espero que ahora estés feliz – comenzó a hablar kyle con tono enfadado

–¿Feliz de que? – pregunto confundido

–De la imprudencia que cometiste el otro día en los baños, cuando tú me... - el chico mago hizo una pausa, al sentirse incapaz de terminar su propia frase

–Cuando... ¿Te bese? – intento adivinar Fanboy

–Y ahora por tu culpa, pasa todo esto – exclamo molesto

–¿Mi culpa?

–Si, de alguna forma Yo nos vio en los baños cuando... – hizo una breve pausa –Esa niña loca, es una... – Kyle apretó sus puños intentando controlando sus deseos por maldecir a la chica de coletas

–Estas así, solo por eso – pregunto Fanboy de forma inocente

Kyle lo miro, como si repentinamente le hubiese crecido otro brazo, por la impresión a sus palabras.

–No puede creer que lo tomes con tanta tranquilidad

–Solo decía, no tienes por qué ponerte así – se retractó levantando las manos

–Claro que tengo razones, gracias a lo que paso, ahora todos parecen disfrutar molestándonos

–No es tan grave, solo ignorarlos kyle

–Claro para ti es fácil decirlo, a ti no te importa lo que los demás puedan o no pensar sobre ti

–Piensan que son un tipo bien parecido – dijo al momento que se llevaba una mano al mentón, seguro de sus palabras

–¡No!, todos creen que eres un tipo tonto y raro, que viste sus ridículos calzoncillos por fuera – exclamo, sus palabras sonaron fuertes y cargadas de un enojo, que parecía estar dirigido a otra persona

–Pero... - insistió el chico fanático

–Fanboy – inquirió con tono de advertencia, dejándole en claro que no quería seguir hablado sobre el tema

Sin decir más y dando el tema por zanjado, dio media vuelta continuando con su camino, dejando atrás a un cabizbajo Fanboy.

Durante los siguientes días, Kyle parecía irritarse con mayor facilidad ante cualquier comentario de sus compañero, situación que a diferencia del pelirrojo, Fanboy parecía ignorar bastante bien, ya antes todo el mundo lo llamaba raro, por vestir un traje de súper héroe con calzoncillos de fuera, así que solo dejo de importarle lo que los demás pudiesen pensaran o decir sobre él.

Era claro que Yo solo buscaba molestarlos, cosa que lograba con relativa facilidad cuando se trata de Kyle, el chico ingles reprimía el impulso de sacar su varita y hacerla callar de una vez, conocía varios hechizos que la dejaría sin habla por las próximas dos semanas, así que para evitar hacer algo por lo que pudieran expulsarlo -por segunda vez-, Kyle opto por alejarse lo más posible de la chica de coletas.

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La respuesta parecía obvia, pero eso no precisaba que fuera fácil de aceptar. Sin importar si sus sentimientos por Fanboy resultaran en algo romántico o no, ese no era el asunto a resolver, por ello decidió tomar todas esas dudas y alejarlas lo más posibles de su mente. Necesitaba concentrarse encontrar una forma de parar todo eso.

La clase se reunión en el patio trasero, para una práctica inofensiva del bien ya conocido juego de quemados. Obviamente ese juego resultaba todo menos inofensivo para aquellos chicos poco afortunados que corrían con la suerte de encontrarse en lo más bajo de la escala de popularidad, que siempre eran los blancos de todos los golpes.
Hasta ese día kyle nunca había tenido que preocuparse por ser el blanco de los balones, pero rápidamente llegaría arrepintieres al no haber anticipar lo que sucedería.

Al iniciar el juego, los balones rojos desfilaron uno en uno, con dirección a Fanboy, el blanco elegido por la mayoría de los chicos, no paso mucho para que kyle se percatara de quienes eran los blancos de ese día, cuando uno de esos balones paso rozando su cabeza, gracias a la mala puntería de Francene, evito terminar viendo estrellas. Reacciono justo a tiempo para esquivar un segundo balón con la misma trayectoria. Le resultaba difícil evitar cada nuevo ataque, a diferencia de Fanboy que yacía en el piso, el pobre fue tomado por sorpresa ante ese repentino asalto de pelotas rojas y término fuera de combate en poco tiempo.

Uno de los balones golpeo su costado derecho, trastabillo por ese golpe seguido de un nuevo balón que golpeo su frente, haciéndolo caer de bruces, intento incorporarse, ya que los balones no cesaban en su ataque, a pesar de que se encontrara en el piso.

Justo cuando creía que otro de los redondos proyectiles golpearía su rostro una sombra intercepto el ataque. Kyle levanto su mirada encontrando la imagen de un Fanboy sirviendo de escudo humano, entre él y los balones, el chico fanático se protegía lo mejor que podía al mismo tiempo que escudaba a kyle.

Kyle miro fijamente la figura de Fanboy de pie frente a él, por un breve instante le pareció que el aire le faltaba, consumido por una sensación de profundo agradecimiento, mezclado con una emoción más cálida y fuerte. Extendió su mano y alcanzo una de las pelotas, era su turno para contraatacar, se las arregló para golpear a Duke directo en la cabeza, al ver esto los presentes decidieron alejarse temiendo ser golpeados de igual forma, otros por el contrario afianzaron su agarre al rugoso balón entre sus manos, dispuestos a dar pelea.

Unos largos y casi interminables minutos de juego después, todo había terminado. Kyle nunca se había sentido tan feliz de escuchar el timbre que indicaba el inicio de una nueva clase, sus compañeros no tardaron en abandonar el patio de juegos, dejándolos solos a Fanboy y él. El pelirrojo se sentía demasiado cansado como para ir a su siguiente clase, demasiado cansado para escuchar más burlas, se sentía exhausto, por lo que la idea de ocupar aquella banca al fondo del patio, nunca le había pareció tan buena opción como a hora.

Arrastro sus pies y se dejó caer sin mucha gracia sobre el duro asiento, no paso mucho para que escuchara los pasos del Fanboy acercarse y tomar asiento a su lado. Ninguno de los dos dijo nada por un largo rato, algo especialmente extraño siendo que se trataba de Fanboy con quien estaba compartiendo ese silencio. Intrigado Kyle despego su mirada del suelo y miro al chico fan, este le regreso la mirada y forzó una sonrisa en su rostro.

–Bueno, eso no estuvo tan mal – las palabras de chico morado, lejos de consolar a Kyle parecían tener el efecto contrario

–Mis hematomas no opina lo mismo – soltó con amargura

–¿Tus qué?

–Mis moretones Fanboy – respondo regresando la mirada al frente –Será mejor que regrese a casa – agrego rápidamente

No tenía caso pasar más tiempo ahí, por lo que de un rápido movimiento se puso en pie, y sin mirar de atrás, se alejó a paso rápido, lo que evito que pudiera ver la mirada afligida que mostraba el rostro de Fanboy, que parecía afectado por todo lo que pasaba, por primera vez en lo que restaba de la semana, Fanboy sintió el peso de los últimos acontecimientos y los estragos que hacían entre kyle y el.

Ahora podía sentir el amargo sabor de la derrota...