Una triste historia de Amor

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-No entiendo porque eres así – me miro extrañada – estas empeñada en nunca estar conmigo, es triste que hace tres años intento que me ames y eso no pasa, ya no se qué hacer, lo único que no he hecho hasta ahora es decir que si no me amas me quitare la vid...

-No termines lo que estas a punto de decir, no me puedo imaginar una vida sin ti, si me dijeras que te vas a quitar la vida, sea por la razón que sea... ash, no quiero sonar estúpida pero me iría contigo, eres lo que me completa, digo luego de que deje las drogas, luego y antes fuiste el único que estuvo allí, te volviste el sustituto de la cocaína.

-¿Entonces por qué no me besas?, ¿por qué no quieres que me quede contigo en la misma habitación?, ¿Por qué simplemente me ignoras?

-Por qué temo depender de ti totalmente, necesitarte a cada minuto de mi vida, necesitar que tus labios estén sobre los mios y no se separen por nada que se los pida,  que sean tus abrazos el oxigeno que respiro, y tu compañía mi gravedad.