Aparecí en una sala llena de espejos, la sala de la prueba de aptitud. Era todo igual solo que a mí la prueba me la hacía un chico Erudito. Me miré la ropa, iba vestida como una abnegada, tal como había pedido.
- Siéntate por favor.
Me senté y me dio el líquido para que empezara la simulación.
Esta simulación era distinta a la del libro. Estaba en un parque y dos chicos se estaban peleando. Se supone que es una simulación, que no es real y que podría intervenir y no me pasaría nada pero decido que es mala idea.
La simulación termina y me levanto del sillón.
- ¿Cuál fue mi resultado?
- No debes contárselo a nadie - dijo, bajando cada vez más el volumen, me imagino lo que va a decir -. Eres Divergente. Encajas en erudición, osadía y verdad. Ahora vete a casa, yo haré tus resultados a mano para que nadie se dé cuenta.
Lo sabía. Estaba muy contenta porque sabía que no correría peligro. En cuanto empezará a ocurrir algo peligroso solo tendría que pulsar un botón.
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Imagina si...
Science FictionImagina si un día inventaran una máquina que te permite viajar a la historia de tu libro favorito. Está bien ¿no? Pero lo que no está tan bien es que te quedes atrapado en el libro y tengas que encontrar la manera de salir. Pues eso me pasa a mí.