-No tengo nada que perder cierto, además sacar esto, quizás me tranquilice un poco...-Dije a punto de llorar.
-Pele con mi mejor amiga por cosas triviales, dos días después esta tan tiesa y fría como un costal de huesos. Y ahora sus padres me piden una explicación del porque lo hizo, si ni siquiera yo lo sé...-Comencé a llorar. El me tomo entre sus brazos, y me dio un largo abrazo. Se sentía tan raro y cálido. Estuvimos sentados un rato en la acera de mi casa, sin nada que decir, el seguía abrazándome como si entendiera perfectamente lo que yo estaba pasando.
Me despedí del chico desconocido, mis padres estaban en la sala, cuando entre se me quedaron viendo como si fuera alguien diferente.
-Acabas de enterrar a tu mejor amiga y ya estas saliendo con chicos, y desconocidos, ¿a caso te éstas volviendo loca?...-Dijo mi madre levantándose del sofá.
- ¿Estás hablando en serio? Ni siquiera sabes lo que estoy sintiendo yo.
-Ves que insolente es Camilla, definitivamente necesita ir a un psiquiátrico antes de que termine suicidándose como Carolina...
- Ve a tu habitación...-Dijo mi padre.
No entendía lo que estaba pasando, subí las escaleras, y por primera vez tome una de las pastillas para dormir que me había dado Carolina hace un par de meses. Al parecer todos me trataban como si yo hubiese influenciado a Carolina a que se suicidara, como si la suicida fuera yo y ella, mi víctima.
Por la mañana la madre de Carolina me llamo para que visitara la habitación de Carolina, acepte. Pero, no me sentía lo suficiente para ir allá, me sentía culpable. Salí de casa con el pretexto de ir, aunque pusieron demasiadas trabas, pero lo logre, camine por el mall un rato, ya no podía más, esperaba que al caminar me convencería de que era mi deber ir a la casa de Carol. Pero, seguían transcurriendo los minutos entre canciones, y no, aún no tenía el valor de ir. Tenía los audífonos puestos, reproducían una canción de Coldplay, cuando una pareja se puso casi al frente pero unos metros más adelante, la chica gritaba, y él le decía que era la verdad, que no quería engañarla. No entendía nada, luego ella se fue, después el se volteo frente a mí, era el chico de la cafetería, lo mire, sorprendida, camino hasta la banca en la que me había sentado, y se quedo a mi lado.
-Me estas siguiendo...-Preguntó.
- Algo así, quería verte pelear con tu novia. Necesitaba un poco de emoción en mi melancólica vida...-Sonreí- ¿Estás bien?
-Todo bien, supongo. ¿Cómo estas tu?
- Ahora mis padres creen que yo me suicidaré igual que Carol. Estoy que ya no puedo más, ahora mismo no tengo el valor de ir a casa de Carol como su madre me ha pedido, porque me siento culpable.
-Sonrió- Hazlo cuando estés lista, ¿De acuerdo? No te presiones, todo a su tiempo.
-Tú eres como mi ángel guardián, como si supieras cuando necesito compañía.
- No soy tanto, en mi tienes un amigo.
- Gracias. ¿No tienes que regresar a la cafetería?
- Hoy es mi día libre, quieres acompañarme un rato, iremos por ahí...- Tomo mi mano.
- Mis padres me han dicho que no salga con chicos y aun peor desconocidos.
-No me digas que te han reñido porque te acompañe a casa.
-Algo así, vámonos, que ahora a su hija ¨suicida¨ le gusta romper las reglas...-Apreté su mano, ambos nos levantamos de la banca, y nos fuimos.
Entramos a un establecimiento de video juegos, estuvimos molestando al empleado del lugar. Estábamos riendo de cualquier tontería, paseamos por la plaza, me sentía tan bien a lado de él, todo se había ido hasta que me encontré con mis compañeros de escuela, estaban todos reunidos alrededor de algo, no supe que, segundos después todos se volvieron a mirarme, como si me hicieran culpable, otra vez.
- Seguramente ella fue quien le propuso que se suicidara...-Dijo alguien.
Alguien me tomo de la mano, y me hizo dar la media vuelta e irnos. Me tomo nuevamente entre sus brazos y me dejo estar cerca de él, hasta que pare de llorar.
- ¿Sabes que no es tu culpa verdad?...-Susurro.
- Yo quiero pensar que no, pero, todos me culpan, solo porque reñimos por cosas triviales, y dos días después ella murió, debería estar en prisión, quizás...Sabes ella y yo éramos totalmente distintas, ella era la típica chica popular que encajaba en cualquier lugar, yo solo era su mejor amiga, la que no llamaba la atención, la que parece dark, o lo que sea, ella y yo jamás hablamos del suicido, y...-Suspiré.
- Tú no tienes la culpa. Ellos quieren que seas culpable, porque no tienen la menor idea de porque lo hizo...- Me apretó más fuerte.
- Gracias, por estar aquí, pero creo que jamás volveré a salir de casa, eres mi ángel...-Le dije mientras me iba del lugar.
Él solo me miro, con su mirada cálida, que me hacía sentir tan bien.
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Idilio: Como nuestra historia comenzó
Short StoryDespués de que se suicida tu mejor amiga lo último que esta en tu mente es encontrarte con el amor de tu vida o eso es lo que pensaba Camilla. Idilio es una historia corta.