Part 4

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Llegue a casa después de 20 minutos. Espere en la entrada, respire hondo, y entre, ya no saldría más. Subí sigilosa las escaleras, nadie se dio cuenta de que entre, me tumbé en la cama, tome una de esas pastillas, y no pensé más. Al día siguiente no salí de la habitación, me la pase sobre la cama, pensando en nada, miraba los álbum que tenia, las fotos en mi celular, conversaciones, en la última me había dejado en visto, reí por la ironía, hasta que oí unos golpes en el balcón de mi habitación, abrí la ventana, él estaba frente a mi mirándome y sonriendo.

-He llamado todo el día, nadie quiso pasar la llamada, que porque no conocías a nadie con mi nombre...Puedo pasar ¿verdad?

-Adelante, creí que no volvería a verte, pensé que...era momento de irme, para no causarte más problemas...

-Tú no me causas ningún problema, y aunque lo hicieras, seguiría buscándote, ¿entiendes?

-Sonreí- Ahora tienes que decirme tu nombre, es hora de que me cuentes tu historia...-Le dije mientras le señalaba que se sentara a mi lado en la cama.

- Mi padre se suicido hace un año, entiendo por lo que estas pasando, me sentí tan identificado en ti, además que quería saber cómo era tu sonrisa.-Suspiro- Me sentí culpable, triste, con ganas de seguir su camino, e irme detrás de él, pero mi madre me decía que mi padre no se había suicidado para que yo también me suicidara, que debía ser mejor que eso.

- Lo abrace- Eres...

Entonces tomo mi cara entre sus manos y quito el mechón de mi cabello que me tapaba un poco la cara, entonces me acerco a él, me beso. Un remolino de sensaciones vinieron a mí. Entonces recordé, él estaba peleando con...su novia. Lo detuve.

-¿Tienes novia?

-La tenía, terminamos ayer.

-¿Puedo saber por qué?

-Hace un mes que la descubrí con mi mejor amigo, entonces, yo la quería, le di una oportunidad, pero, entonces, vi que no la amaba realmente, que solo la quería como la amiga que era antes de comenzar a ser novios, y luego llegaste tu...

-¿Yo?

-Tú con una mirada y una charla de 20 segundos me hiciste sentir como si fueras a quien necesito desde siempre...siento no haberte dicho nada, pero, sentía que no necesitabas muchas cosas más en tu cabeza, estabas mejor así, con el tiempo te darías cuenta de que me enamore de ti...por eso es que estoy aquí...-dijo tomando mi mano.

-Necesito un beso para comprobar eso...-Dije sonriendo.

Me beso. Entendía lo que decía, me hacía sentir, mucho, algo que jamás había sentido. El cerrojo de la puerta se abrió. Mi madre comenzó a gritar como loca. Lo acompañe a la puerta, y después me sentaron en el sofá.

- ¿Que a caso te estás volviendo loca?...-Grito mi madre.

- No estoy loca, podrías por favor escucharme...

- Dinos...-Dijo mi padre.

- No sé por qué se suicido Carol, jamás hablamos del tema, no pueden creer que yo me suicidare porque ella lo hizo, yo la quería, pero, pueden dejar de tratarme como si yo hubiese sido la que se suicido, entiendo, que teman por mí, pero prometo no hacerlo, quiero vivir ahora más que nunca...podrían tratar de entenderme, estoy así de triste y melancólica por que murió mi mejor amiga, alguien tan cercano a mí, eso duele... Yo no la mate, ni fui yo quien la influencio.

- Tranquila, cariño, tu madre ya entendió, calma...

- Necesitaba su apoyo, no que me trataran como una loca...igual que los demás- suspire.

- Estaba muy preocupada, perdóname por hacerte sentir así...

- Gracias...-Mi madre me abrazo. Ahora me sentía con menos peso, estaba más tranquila, mañana mismo iría a casa de Carol. Conseguí el número de mi ángel guardián, pero, no quise que me digieran su nombre, él tenía que decírmelo. Lo llame para pedirle que me acompañara a casa de Carol, el acepto, lo cite en mi casa.

La mañana siguiente salimos para la casa de Carol, antes de ello se lo presente a mis padres, para que ya no fuese un desconocido, su nombre en realidad siempre ha sido Ángel, ahora no sé si lo vi con cara de ángel guardián o le quedaba el nombre. Llegamos a la casa de Carol, se sentía un ánimo triste, yo estaba nerviosa, algo me decía que las cosas cambiarían. Adriana, su madre nos condujo hasta su habitación:

-Me gustaría que conservaras su recuerdo, es por eso que, puedes llevarte cualquier cosa de su habitación que quieras...-Dijo mientras nos abría la puerta y se iba. Yo solo la mire, aún más nerviosa.

- ¿Estas lista?

-Eso creo...-Dije por lo bajo, entre, estaba todo como ella lo tenía. Observe toda la habitación, hasta encontrar una de nuestras fotos más recientes, la habíamos tomado apenas hace una semana, me quede mirando por un largo rato, hasta que le di la vuelta a la fotografía tenía un pedazo de papel pegado, como una nota.

Leí detenidamente cada palabra, ahora entendía. Era su nota de despedida, abrace a Ángel.

-Por fin entiendo, ahora sé que puedo estar en paz...-Sonreí.- Lo mejor de esto es que te tengo aquí, conmigo.

Él me beso.

La vida había puesto en mi camino a personas fantásticas y perder a una me hacía sentir fatal, pero, Carol se había ido para mostrarme lo bueno que puede ser la vida, y por fin pude ver los colores que hay en la vida, había encontrado entre la total oscuridad a mi luz, Ángel, que no me había dejado caer, estaba conmigo, lo amaba aunque nuestro amor nació sin darnos cuenta, hasta que nos lleno, y no pudimos hacer nada más que desbordarnos totalmente uno al otro.

Fin

Idilio: Como nuestra historia comenzóDonde viven las historias. Descúbrelo ahora