La lluvia

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La lluvia siempre será muy especial y única para mí, me acompaña en mi soledad, en mis tristezas, en mis momentos donde siento querer morir; Me acompaña cuando me siento enamorada de aquello llamado imaginación.

Cada mañana podía tener el placer de verte, lluvia, New Orleans me daba ese gusto. Solía ver tu acompañante, aquél que te daba ese toque sexy; tú, niebla le dabas aquel toque perfecto y delicado a tu compañera, juntas se complementaban a un punto de darme un espectáculo en plena madrugada y en ocasiones en atardeceres. Lástima que siempre quedaba en la mitad de este show por ir a la escuela o algo repentino que me ocupaba. Es gracioso, nunca he podido ver tu desenlace, algo me lo impide, como si quisieras mostrarme algo o alguien, pero el destino aún no te dejaba.

Mi cama estaba al lado de la ventana, donde te veía. Siempre cuando escuchaba a mis padres discutir me refugiaba en la hermosa vista que me dabas, siempre me has generado confianza, por eso, además del clima normal de aquí, me acompañas mientras lloro. A veces deseaba que ellos murieran y dejaran de lastimarme, me dolía ver como dos personas que amaba , dos personas que se amaban se trataran de esa manera , al punto en que no me extrañaría que mi padre golpeara a mi madre.

Mientras escuchaba como mi padre le decía zorra entrometida a mi madre solo porque mi madre le había pillado en un restaurante con su amante, yo estaba en mi habitación sumida en mi depresión y tristeza, es difícil cuando en tu vida solo existen dos personas, y éstas se maten verbalmente. Mientras escuchaba sus gritos noté que la tarde se veía muy extraña, hoy era diferente, vería tu desenlace, noté como empezabas a desaparecer dejando a la niebla hacer su trabajo y ví a alguien, una mujer con un paraguas que me miraba, su mirada era siniestra, de hecho me estremecí, recuerdo. Aquella mujer demasiado bella con cabello rojo natural y ojos claros me intimidaban sosteniendo mi mirada, comenzó a subir más su cara dejándome ver el mar verde que llevaba en sus ojos, acto seguido veo cómo musita un "Déjame entrar", yo, casi hipnotizada le obedezco. Cuando entró por la ventana, hizo que dudara de su naturaleza por como entró o por como de un momento a otro llegó al segundo piso a la ventana, yo quedé paralizada por su belleza pero a la vez por su toque aterrador y mostruoso; Se quitó la capa dejando caer la mano de alguien, alterandome inmediatamente, pues aquella mano tirada en el piso de madera de mi habitación se veía aún con sangre saliendo de ella. Quise gritar, de hecho lo hice, pero es como si me hubieran quitado la voz repentinamente pues gritaba con todas mis fuerzas pero no salía ningún sonido de mí.

Esa mano, era de mi madre, lo supe, porque siempre utilizaba su anillo de bodas y más cuando discutían tanto como estos días y lloré y lloré más y la mujer solo sonreía con los ojos muy abiertos como una completa psicópata.

La mujer, después de tanto silencio conmigo sollozando, por fin dijo algo: "Ahora es tu turno". No entendía a qué se refería, así que me quede ahí sin hacer nada. Su mirada volvió a asustarme pues me cogió con sus manos y apretó de mi cara obligándome a verle a sus ojos hablando de nuevo: "Dije – que – es – tú turno" sentí como las lágrimas rodaban una tras otra más calientes de lo normal y ella volvió a decir ahora con una voz siniestra, gruesa rasposa, muy diabólica y casi gritando: "MATALOS !!!!!!!" . Quería que matara a mis padres; ¿Porque alguien querría matarlos?, ¿porque alguien que ni siquiera los conocía querría hacer eso?. Pero es como si yo ya no tuviera poder en mi cuerpo, tenía miedo pero no lo demostraba quería correr, pero no lo hacía, solo podía llorar.

Me encaminé junto a mi ahora compañera hacia las escaleras, para luego llegar a la cocina y buscar un cuchillo, sentí demasiada adrenalina y felicidad...si, felicidad, hasta me atrevería a decir entusiasmo por lo que pensaba hacer.

Subí por las escaleras de nuevo y caminando por todo el pasillo de arriba llegue a la habitación de mis padres quienes estában ya callados, mi madre estaba tirada en el piso llorando y tan pálida que parecía que le hubiesen tirado demasiado harina en toda ella. En cuanto me vio se asustó y comenzó a gritar, y mi padre tenía mirada de odio, pero no era hacia mí, era hacia la "persona" que estaba detrás de mí: aquella, la de los ojos inundados en verde. Mi padre dijo: "¡Ella! ¡Ella fue quien mi obligo a hacerle esto a tu madre Kath ¡". Su tono era culpable, nervioso y con miedo. "No. aquí el único culpable de toda esta mierda eres tú papá, no mereces si quiera que te llame así, pero sabes? Terminaré con esto inmediatamente" dije, amenazándolo. Sin pensarlo me dirigí hacia donde él estaba y lo apuñale dos veces en su estómago y después más arriba en donde se posicionaba su corazón; Ver su cara, la cara que puso sabiendo que estaba muy cerca de la muerte fue la mejor satisfacción que jamás pude experimentar, más grande que el mismísimo orgasmo. No sé cómo lo hice ni en que momento, pero en mis manos estaba el corazón de mi padre aun dando sus últimos pálpitos y mi padre tenía sus ojos abiertos pero miraba a un solo lugar y no parpadeaba. En ese momento reaccione y me asuste soltando el órgano de mi padre, mi madre no podía creer lo que acababa de hacer y mirándome mientras lloraba me preguntó "¿Porque has hecho eso Katherine?" y yo ahora consiente pero aún sin mandato en mi cuerpo le respondí: "Él antes no tenía corazón, digamos que le ayude". Mi cuerpo, toda yo estaba totalmente llena de sangre, hasta mi cara estaba llena de ella. Mi madre llorando dijo que nunca me perdonaría, que me odiaba,eso me enfadó, le había salvado la vida a ella, eso me dijo la chica de los ojos inundados, pero mi madre solo gritaba que era lo peor y en mi enfado emparejado con gritos le aventé el cuchillo, éste entrando perfectamente en su frente y haciéndola caer de donde estaba sentada, solo se veía salir sangre de su cabeza.

Me quede ahí sin hacer nada como por 10 minutos viendo los cuerpos de mi madre sintiendo en el fondo miedo y culpa y la chica de ojos inundados e interesante saco negro me miraba y sonreía con su ya familiar sonrisa siniestra, extrañamente me acerque para besarla , pero cuando rose sus perfectos y extremadamente rojos labios, ésta se esfumo llevándose con ella el mandato de mi cuerpo. Volviendo a la realidad me pongo a llorar, no me había dado cuenta que había vuelto a empezar a llover y esta vez venía con sus demás acompañantes sus relámpagos y rayos. Sin soltar el cuchillo lentamente me dirigí a mi habitación, con mucho miedo seguí viendo a mi ventana mientras casi, inconscientemente me "dibujaba" en mis muñecas algunas líneas al igual que en mi cuello, éstas últimas más profundas. Mientras notaba que la lluvia volvía a descender con miedo a volver a ver a aquél ser precioso, deje que mi mar interno se secara por fin.

"Hace exactamente 122 años aquí en el cuarto donde estoy sucedió esto, gracias a mi bis abuela quien guarda la noticia del periódico puedo aconsejar que nunca esperes a que la lluvia acabe su espectáculo, habrán consecuencias, la lluvia es una buena acompañante pero no confíes en ella del todo, es rencorosa con las personas que se lo merecen y puede vengarse utilizándote, y nunca mires a los ojos a alguien extremadamente bella con ojos verdes profundos, terminaras suicidándote como Katherine "

Anyela F 

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