DÍA 3: Eh... voy a vomitar

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Llegué a mi casa y vi a mi mochila tirada, saqué el hacha y cuando volteé y no había nadie persiguiéndome. Me puse a talar 7 árboles, e hice una casa del árbol, con una escalera colgadas de lianas y maderas así los "carnívales" no podían subir. Subí a la casa, y puse la piel de conejo e ice una fogata así no se quema la casa. Me calenté a calme. Luego apagué la fogata y bajé. Enganché la escalera para que no la alcanzaran y me fui a explorar.

Llegué caminando a la aldea de los "carnívales" y me fijé si había comida. Nada. Salí de su "casa" Si se le puede decir así; vi unos pasos, con cabezas humanas y entrañas clavadas en ellos. Me quedé pálido del asco.

-¡AAH! SAL SATANÁS!-Me dije a mi mismo tratando de hacerme el chistoso. Ni yo me reí. Empecé a cortar los palos uno por uno y los tiraba al mar, que estaba cerca de donde se alojaban.
"Necesito un amigo..." pensé seriamente. Vi un último palo con entrañas de humano, este vi que tenía un hígado, un estómago, 2 brazos, y una cabeza.
-AY SANTA MADRE DE DIOS -Dije del susto. Me volví a mi casa del árbol, pero antes de subir, decidí ir a buscar a alguien para que me haga compañía, como una mascota, o encontrar a Jimmy... Fui a caminar por el bosque y encontré lobo normal, me acerqué y el me atacó. Saqué una lanza y se la puse en el cuello amenazándolo. El lobo se calmó, le alejé mi arma de su cuello.

-Te llamarás Hyoga.

Agarré una soga que había encontrado y se la puse en el cuello suavemente. Lo llevé hasta mi casa e hice una escalera de madera para que Hyoga pudiera subir.

Al terminar la escalera saqué un chocolate y me lo comí.

-Vamos, sube amigo.

Le dije a Hyoga. El extrañamente subió, creí que no lo iba a hacer, ya que es un lobo. Luego de que subiera, yo ise lo mismo. Ya los dos en la casa acostados nos estábamos viendo fijamente. Yo me le acerqué y lo acaricié. El se quedó dormido luego de un rato de caricias. Vi que estaba tan calentito; así que me acosté a su lado y me dormí. A media noche despertamos sobresaltados. Ruidos afuera. Asomé la cabeza hacia afuera y vi a los "carnívales"

-Hyoga, despierta, despierta

Hyoga despertó y me vio.

-Ven, bajemos y luchemos.

Creo que Hyoga dijo "Eh... Bueno...?" pero en su idioma. Lo agarré de la soga que le até y bajamos los 2 juntos. Habían 5 "carnívales". Maté a 3 con el hacha y Hyoga mató a los otros 2. Empecé a sacarles la cabeza a todos y las puse en palos. En un palo puse 1 cabeza, 4 brazos y 4 piernas, y le prendí fuego. Seguí así y terminé con 3 "espanta-carnívales". Subí de nuevo a la casa con Hyoga y nos dormimos juntos.

A la mañana, me desperté. Tipo 10 de la mañana era. Bajé de la casa y clavé unos palos en el suelo, en los que puse mis armas. Al terminar, silvé fuerte, y Hyoga despertó. Bajó y me veía con furia. Tenía hambre. Le tiré carme de conejo, y se la comió toda. Me acerqué al río y bebí agua. Luego, casé 3 conejos y 5 lagartos. Cociné un lagarto y me lo comí, luego con la piel de conejo me hice unas mangas y con espinas de las plantas mi las enganché a la remera. Así me las podía sacar cuando quiera y que no me haga frío de noche.

The Forest  (Español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora