CAPITULO 9

45 3 0
                                    

Pasaron  10 minutos desde que mis padres se  fueron y solo con pensar que ya no podría ser como una chica ¨normal¨me aterra la idea de morder a Demian no, no puedo hacerlo, no puedo arruinarle la vida a alguien  para que yo pudiera ser feliz por el resto de la eternidad mientras que el sufre.

Demian mi boca pronunció su nombre cuando este entro por la puerta del hospital, fue una alucinación pensé, me estoy volviendo loca afirmé, de pronto Demian llegó a la puerta de la habitación en la que me encontraba, con un ramo de rosas rojas y un peluche con una carta en los brazos, parado a menos de un metro de mi, mis ganas d e abalanzarme hacía el no tenían limites, lo que no sabía es que si esas ganas eran por querer morderlo.

-Hola ¿Cómo sigues?- Preguntó el

-Bien, hoy me dan de alta y gracias.-Respondí.

-Esas son buenas muy noticias, ¿gracias?¿ por que?

-Si, pues llamaste a los para médicos, me salvaste de morir y se que con un gracias no se paga el favor que me has hecho.

-No, no me des las gracias, era algo que cualquiera hubiera hecho estando enamorado.

-¿Enamorado? 

-Si enamorado, me gustas Natalie, creo ya lo sabías con la carta que dejé en tu casillero, bastante obvio resultó que te dijera que saliéramos, aunque no llegó a resultar muy bien por lo del choque, cuando te pedí que saliéramos quería pedirte que fueras mi novia, por que mi vida ha de depender de estar a tu  lado  por el resto de la eternidad.

Eternidad  esa palabra me retumba en la mente,  ¿sabrá Demian que soy un vampiro? 

-¿Por toda la eternidad?-pregunté nerviosa
-Si, por toda la eternidad, bien verás yo..bueno yo tengo un secreto y quisiera compartirlo con tigo ya que eres la persona en la que más me confío.
-Un secreto...eh, bien vamos no puede ser tan grave-añadí.
-Pues para mi lo es, y tengo que decírtelo

-De acuerdo, bien vamos dime que secreto.

-Yo soy un Daemon, soy un demonio, no pienso hacerte daño solo quiero que te recuperes de salud  y por ello tengo que convertirte en uno de nosotros así nunca morirás.

-¡¿Un Daemon?!, no no puedes convertirme en uno, yo soy un Leal, soy un vampiro es imposible que me quieras convertir en uno de ustedes.

-¿Eres una Leal? Debí suponerlo, ningún mortal podría haber sobrevivido ese choque.

Dulce tentaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora