KIM

Esteban

8:00 AM, Instituto Wilson (Miami, Florida)

- ¿Por qué me miras tanto? Me pones nerviosa.

- ¿Nerviosa por qué? Solo te miro, Kim.

No me gusta que Esteban me mire fijamente, me gusta tanto que me pongo nerviosa cuando se acerca a mí. Se me acelera la respiración y no hago más que tonterías.

- Oye Kim, ¿crees que entre tú y yo pueda pasar algo? Ya sabes...

- ¿Algo de qué, Esteban?

- Algo que hacen las parejas, no sé si me entiendes...

¿Por qué me pregunta eso? ¿A caso le gusto?

- No lo sé David, quién sabe...

Mierda, Kimberly. Los nervios siempre te traicionan.

11:15 AM

- Sara, estoy muy emocionada.

Sara frunce el ceño y con ese gesto ya entiendo que se pregunta cuál es el motivo de mi emoción.

- Esteban me ha preguntado que si algún día, entre él y yo pueda ocurrir algo.

Me muerdo el labio inferior para evitar un grito de felicidad y montar un escándalo allí mismo.

- ¿En serio? ¿Y tú qué le dijiste?

Sara sabe lo que siento por él, e involuntariamente también se emociona.

- Le dije que no lo sé. Sara, no sé qué hacer. ¿Crees que debo confesarle lo que siento por él?

- ¡Pues claro, no seas tonta! Si no le dices nada, vas a perder la oportunidad de enamorarlo.

Sara suelta una pequeña carcajada. Mi mejor amiga está loca.

12:00 PM

Es la hora del cambio de clase, y me dirijo a buscar unos libros para la clase de inglés. De camino me encuentro a Esteban, que me mira sin disimulo y se acerca a mí con una sonrisa.

- ¿A dónde vas, niña?

- Tengo clase de inglés, voy a buscar mis libros.

- Te acompaño.

- Llegarás tarde a tu clase de biología, Esteban. No es necesario que me acompañes.

- Es que quiero pedirte una cosa... Verás, sé que a ti se te dan muy bien las matemáticas, y quería preguntarte si te apetece que nos veamos esta tarde en la biblioteca para que me ayudes. De veras que te necesito, voy muy mal en matemáticas.

- Creo que esta tarde la tengo ocupada.

- Por favor, Kim. Con tu ayuda seguro que mejoraré en las clases.

- Bueno, está bien. Nos vemos esta tarde.

- ¡¡Gracias, Kim!!

Me dedica una sonrisa y se va corriendo a su clase de biología. Joder, qué lindo es.

2:35 PM

Suena el timbre anunciando que las clases han terminado, busco a Sara y juntas volvemos a casa. Sara y yo vivimos a menos de 5 minutos de distancia.

- He quedado con Esteban.

- ¿En serio? ¿Y qué van a hacer los dos solos? Usen protección, nada más tenemos 15 años, Kim.

Suelto una risita. ¿Por quién me toma Sara?

- No seas tonta, niña. No haremos nada, simplemente le ayudaré con las matemáticas. Y él tiene 17 años ya, ¿o no te acuerdas?

- Está bien, cálmate. Disfruta de él, Kim. Que no se te escape.

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