American Oxygen

Capítulo 2

-Eh, chica, despierta-

Ligeramente empecé a notar pequeños golpecitos continuos en la cara, una y otra vez.

Fui abriendo los ojos lentamente, pero de repente el bofetón que recibí hizo que me reincorporará y abriese los ojos a la velocidad de la luz.

-¿Qué coño?- dije casi susurrando, tenía la garganta totalmente seca y sentía la necesidad de beber agua.Y como si me leyese la mente, una mano me tendió un vaso lleno de agua lo cual agradecí cogiendolo y bebiendomelo de un trago.

-Por fin has decidido despertar, el local ya ha cerrado, llama a alguien que te recoja, ya es tarde y quiero irme a mi casa-

Mi cara estaba sumergida en mis manos y detrás de mi pelo y mi cabeza agachada, estaba yo, digiriendo el golpe de alcohol que recorrió mis venas al segundo en el que intenté mover una minima parte de mi cuerpo.Me dí cuenta que me había excedido la noche anterior, pero ya era tarde.

Pero aún estando en mi mundo pude escuchar claramente su profunda voz, aunque no la recocía.

-Ah y perdona por la cachetada que te he dado, pensé que no funcionaría, como todas las que te he dado antes-dijo esto último riendo.

-Pensé que te tendria que llevar al hospital-

Su voz me seguía sonando tanto que al levantar la vista no me sorprendí al verle.

-Que hago aqui?- pregunté sujetandome más fuerte la cabeza con las manos, dolía como la mierda.

-Decidiste volverte loca y empezar a pegar a una chica, la dejaste sin cara- soltó una pequeña risita soplada, no sé si se reía de la chica o de mi.

-Bien... pues gracias por sacarme de allí entonces- puede que aquella chica se lo mereciese, pero él ayudo por lo menos a que no la matase en público, y eso era un gran favor.

-No hay de qué-extrañamente me miró con lástima y siguió barriendo con resignacion lo que parecía la parte trasera del bar.

-Por qué me has mirado así?- realmente me había molestado.

-Porque la gente agresiva me da pena-

Lo había dicho con tal vacío y asco que me sentó como un pelotazo en la cara, pero después caí en que ser agresiva era parte de mi trabajo y que no había nada que hacer con ello.
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Llamé a Celine que aunque me cogió el telefono medio dormida, aceptó a venir a buscarme al bar.

El chico parecía totalmente cansado, sus ojeras eran negras y sus ojos se cerraban poco a poco pero penosamente intentaba mantenerse despierto.

-Desde que hora llevas aqui, si se puede saber?- pregunté con curiosodad, me daba hasta pena la cara que me llevaba el chaval.

-Desde las 9 de la noche de ayer- me respondió resignado como si hubiese declarado un hecho imposible.

-Eso apesta- dije.

-Lo hace-

-Anda, vete a casa, yo acabo esto y cierro el bar-

-No, gracias- susurró sin ganas y con la mirada perdida -No te lo tomes a mal, pero soy el encargado y no me pienso arriesgar a que robes o algo por el estilo-

-Oh venga ya, te estoy devolviendo el favor.Hagamos una cosa, hazle una foto a mi DNI y si ves que falta algo de dinero cuando vuelvas esta noche, podrás denunciarme- era lo mejor que podía ofrecer, aunque el DNI fuese falso.

Después de parecer pensarlo unos segundos se acercó y me dió las llaves.

-Ni se te ocurra robar, y cierra con fuerza, que sino la puerta queda abierta- me dijo con tono amenazante y yo asentí debilmente con la cabeza.