Capítulo 2
Las luces, la música, los acordes de una guitarra, una voz angelical que cantaba como si aquello la mantuviera viva y la gente, los movientes de sus cuerpos y los gritos de sus gargantas, se mezclaban mientras ella intentaba no explotar. No había visto tanta felicidad en la vida, felicidad empujándola a ella vivir y a reaccionar. Sentía tantas cosas juntas que sinceramente, pensaría que explotaría. Sentía ganas de llorar y de reír a la vez y ahora, podía entender a aquella chica del cabello morado, que había pasado toda la tarde parloteando de lo genial que era aquel grupo. Para su sorpresa, ella misma acabo saltando con los demás, no cantando como hacían ellos pero si, sintiéndose parte de aquel universo. Y, de vez en cuando, sus ojos, se desviaban hacia Anónimo. Aunque claro, llamarle Anónimo no sería lo más acertado. Cada una de las personas que había en aquel lugar, saltando, gritando y cantando, sabían su nombre, sabían cosas personales sobre él. Todas aquellas personas, seguramente lo admirarían y querrían poder abrazarle y Arizona, lo entendía. El parecía brillar sobre aquel escenario. Aquella guitarra parecía parte de él, como si simplemente hubiera nacido para ello. Sinceramente, no parecía brillar, brillaba con toda su intensidad. La cantante era también impresionante, como si ella también hubiera nacido para estar sobre ese escenario pero para Arizona, el brillaba mucho más. O al menos robaba más su atención. El chico de la guitarra mantuvo su sonrisa durante todo el show.
─ ¡Ha sido increíble! ¿Crees que vendrán a beber algo donde estamos nosotros? ─. Hannah estaba totalmente fuera de sí y Arizona rió de forma sorda. No sabía si eso era posible, ella aún se sentía algo aturdida. Y tonta, había llamado Anónimo al guitarrista de Paramore. Aunque eso no lo había mencionado a Hannah, no tenía necesidad de sentirse mucho más tonta de lo que ya se sentía.
─No lo sé, es el primer crucero de este tipo al que voy─.¿De este tipo? Querrás decir que es la primera vez que viajas en toda tu vida y, para empezar, no ha estado nada mal. No se había sentido tan viva nunca.
Agarro con firmeza el botellín de cerveza que Hannah le acercaba. Vale, aquello no podía ser tan complicado ¿No? No era la primera vez que había bebido, aunque no lo hacía casi nunca y temía, terminar demasiado mal con tan solo una cerveza. Así que dio un traguito y puso mala cara al notar el sabor amargo.
─ ¿Es la primera vez que bebes? ─. Hannah la observaba con una media sonrisa.
─No, ya he bebido antes es solo que... No me gusta demasiado el sabor─ Dijo encogiéndose ligeramente de hombros. No todo el mundo sale de fiesta cada sábado y ella era una chica ocupada.
─Oh pues, podemos probar con otra cosa déjame ver... ─Dijo agarrando la carta de cocteles. El camarero le giño un ojo y Hannah puso una sonrisa tonta en el rostro. ─ Por cierto, ¿Cuál es tu canción favorita de Paramore? ─ Pregunto sin alzar la vista de la carta.
Arizona apretó el cuello de la botella ligeramente. Aquella pregunta es la que había temido desde que había puesto un pie en aquel barco. ─ Emmm ─ Hoy estaba en ese plan, parecía que los ruditos estúpidos fueran toda la respuesta que tenía a preguntas de las cuales, ella no sabía la respuesta. ─Veras, lo cierto es que... ─. Es que ¿Qué? Ahora no sabía que iba a decir o como soltar aquello sin parecer la cosa más extraña del mundo.
─Desconocida─ Una voz irrumpió junto a ellas y Arizona giro el rostro, buscando con la mirada al dueño de aquella voz que, literalmente, acaba de salvarle el culo. No era el chico de la guitarra. Pero aquel hombre, alzaba una pequeña nota en la mano, nota que agito delante de su cara. Arizona alzo la mano para alcanzarla pero el, la mantuvo fuera de su alcance. ─No, no. Tengo que asegurarme de que eres Desconocida. ¿Quién crees que es autor de esta nota? ─.
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Songs ||Taylor York fan fic
FanfictionLa vida a veces no es justa y menos aún lo es para Arizona. Ha vivido por largo tiempo en el infierno. Pero, no todo puede ser gris eternamente. Siete días, un crucero y una banda de música de la que antes no había escuchado nada, cambiaran su vida...