En una ciudad de Chile, llamada Santiago estaba Rodrigo en su casa e iba de camino a la universidad.
—Mamá ya me voy — dice Rodrigo casi cayéndose al correr.
—Que te vaya bien hijo.
Afuera de la casa se encuentra a Juan y ambos van de camino a la casa de Antonia mientras hablan.
Cuando llegan Antonia los saluda.
—Hola, ¿como están?
—¡Bien! - dicen al mismo tiempo.
—Bueno entonces vayamonos.
Al llegar a la escuela los tres notan que todos están muy decaídos y deprimidos. Juan le pregunta a uno de los estudiantes sobre que esta pasando y por que todos estan tan tristes, pero el estudiante lo ignora y sigue avanzando.
—¿Que les pasa a todos hoy?
—Pareciera que alguien se hubiera muerto.
—Bueno, mejor será que vayamos a clases ahora.
—Vamos — dice Antonia susurrando.
En la clase los estudiantes no hacen nada y la profesora sólo está escribiendo estupideces en la pizarra.
En una de las cosas que escribía decía:
"Mi libro luna de Plutón está siendo un éxito en lugares de habla hispana tales como Narnia, Silent hill, los ojos abiertos de Willyrex, el agujero negro 842, la playa de Bolivia, y el desierto de la Antártica".
Todos los alumnos que iban caminando como unos zombis parecían poseer una tendencia a acercarse a los tres chicos y estos se preguntaban porqué actuaban así entonces decidieron ir a explorar el colegio en busca de pistas.
Primero encontraron unos restos de ropa manchados con algo de color rojo cerca de la sala de profesores, pero por el miedo decidieron no abrir la sala, y despues al pasar cerca de uno de los baños escucharon unos ruidos como si un monstruo estuviese rasgando un objeto o algo así, al escuchar esto se fueron corriendo de ese lugar, y paso todo el día pero no pudieron encontrar nada sobre algún tipo de información sobre lo que pasaba o alguien que supiera de esto, entonces sonó el timbre que decía que se habían acabado las clases.
