Eres tan espontáneo a la hora de hablar. Lástima que no dejas de coquetearme indirectamente.
No te creía tan mentiroso y tan idiota, y mucho menos mujeriego, Nicolás.
Dalia.
Dieciocho
Eres tan espontáneo a la hora de hablar. Lástima que no dejas de coquetearme indirectamente.
No te creía tan mentiroso y tan idiota, y mucho menos mujeriego, Nicolás.
Dalia.