Lo gracioso de todo esto, Nicolás, es que me senti una perra.
Tenías novia, la rubia con la que solías caminar. Y me coqueteabas a mi, jugaste con mis sentimientos y me sentí una zorra. Le debo todo el respeto a tu novia. Gracias por no decirme.
Te odio, ¿si? Pensé que, lo que algún día había querido o gustado, iba a ser mejor.
Pero me equivoqué.
Siempre me equivoco de ti, Nicolás.
Sufrí mucha vergüenza intentando hablar contigo. Y... Lo peor, es que perdí toda la dignidad que tuve por ti.
Y por eso te odio.
Por Dalia, la chica con quién jugaste.
ESTÁS LEYENDO
Palabras para él
Cerita PendekPalabras para aquel chico a quién nunca le iba a hablar