Riarkle - One-Shoots

#3 - Halloween

Aclaración: En este OS, Maya, Riley y Farkle tienen 16 y Lucas 17. Maya y Riley van juntas a la secundaria John Quincy Adams y Lucas y Farkle van a otra secundaria distinta. Lucas conoció a Maya en una muestra de arte y comenzaron a hablar, y ahora llevan algo más de un mes juntos. La historia se centra en la fiesta de Halloween que organiza la secundaria John Quincy Adams, en la que Maya va a presentarle a Lucas a Riley y él le va a presentar a Maya a Farkle, por lo tanto, Riley y Farkle también se conocen esa misma noche.

—Maya, ¿no crees que este vestido me hace ver algo aniñada?—. Preguntó Riley mirándose al espejo de su habitación y, por decimocuarta vez, alisándose el precioso vestido de “Alicia en el país de las Maravillas” que traía puesto. Maya rodó los ojos.

—No, Riles, estás hermosa. Serás la Alicia más guapa en la historia de la humanidad—. La animó con una sonrisa, parándose detrás de ella de puntillas, y apoyando su mentón en el hombro de la más alta.

—Y tú la más guapa vaquera, peaches—. Respondió la castaña con una sonrisa, girándose para abrazar a su amiga. —¡Al fin voy a conocer a tu novio!—. Exclamó emocionada, separándose de su amiga. —Lo primero que voy a decirle es: ¡Oye tú!, si lastimas a mi amiga, o la haces llorar, llamaré a la Reina Roja para que te corte la cabeza. ¿Entendido vaquero?—. Actuó la chica, fingiendo voz ruda. La rubia soltó una carcajada, y abrazó a su “Alicia”.

—Eres la mejor Honey—. Susurró. Al separarse, fue hacia la cama y tomó su sombrero marrón. —¿Nos vamos o qué, compadre?—. Preguntó fingiendo voz de campesina. La castaña rió y asintió mientras abría la puerta de su habitación.

***

Cuando las amigas entraron a la secundaria, se sorprendieron al ver los pasillos de siempre, irreconocibles. El decorado era tan increíble que parecía que habían entrado a una casa embrujada. Ninguna se sorprendería si al abrir sud casillero  lo encontrarían llenos de telarañas y con alguna aterradora sorpresa.

Y si ya se habían sorprendido tanto por los pasillos, al ver el gimnasio se quedaron con la boca abierta.

—Esto es…—. Empezó Riley y Maya terminó la frase por ella.

—Asombroso—. Todo el gimnasio estaba cubierto de telarañas, calabazas de Halloween por todos lados, gente disfrazada desparramada, y la máquina de humo le daba a todo un toque misterioso. ¡Y ni hablar del foco que producía formas fantasmales! ¡Y las luces  y la música que lograban que todo parezca sombrío, pero festivo a la vez!

Las chicas estaban paradas como estatuas, boquiabiertas, contemplando todo, hasta que el móvil de Maya las sobresaltó. Ella leyó rápidamente el texto y volvió a guardarse el aparato en un bolsillo de su hermosa camisa a cuadros.

—Honey, ¿quieres ir reservando una mesa? Lucas acaba de pedirme que los acompañe a entrar porque no quieren perderse—. Le dijo Maya a Riley. Esta asintió. La rubia dio media vuelta y salió nuevamente al pasillo.

La castaña recorrió todo el gimnasio, deteniéndose a saludar a alguno de sus compañeros de vez en cuando, hasta que encontró la mesa perfecta: Lejos de los parlantes para no tener que gritar cuando comience el baile, donde las luces no molestaban, y cerca de una ventana. Se sentó en una de las sillas que estaban alrededor de la mesa, a esperar a su amiga y a los dos chicos.