Lucía
Mi vida estaba dando un giro de 180° mis padres me habían salido con la noticia que sabía que algún día pasaría pero nunca imaginé que tan pronto.
Mis padres habían decidido divorciarse, la noticia me llegó al hígado pero dentro de mi sabía que era lo mejor que podía pasar, por una parte era positivo ya que al fin no existiran peleas como siempre, esas peleas que me aturdían tanto... Pero sentía un vacío al ver como mi padre se marchaba por esa puerta de este que algún día había sido su hogar, tenia que ser fuerte lo se pero por más que me haga la idea de que es lo mejor , me duele mucho saber que lo que yo conocía como familia desde que tengo uso de razón ya había desaparecido, fue sin duda el peor invierno de todos, a medida de que pasaba el tiempo la relación con mi papá fue convirtiéndose en algo caótico, tan sólo imaginar de que fue capaz de insultar a mi familia de la manera en que lo hizo destruyó totalmente la imagen de respeto que tenía hacia el, sin embargo era mi padre y debía tratarlo como tal, pero a veces no podía fingir mis sentimientos salían por si solos.
Fueron pasando los meses, termine el segundo año de secundaria con buenas calificaciones, el bullying nunca paro, pero decidí que eso no me quitaría el sueño de ninguna manera, mi amor por Jonas fue creciendo cada vez que le veía sólo que sabía que alguien como él jamás podría verme de la manera en la que yo lo estaba comenzando a ver y eso era algo que me producía tristeza.
Llegó el verano y muchas cosas habían cambiado para bien, estaba empezando a ser algo más independiente, mi mama por fin decidió regalarme mi teléfono celular, era de lo más chulo y sabía que mi vida social cambiaría, era algo que me propuse.
Lo único bueno del verano era mi cumpleaños, aunque a pesar de que debía agradecer por un año más de vida, cada vez que cumplía años me aburría aún más y más, decidí que sólo iría con Leonela al cine y ya.