Desperté y un rayo de luz impactó en mis ojos.
-¡Quema!- grité saltando de la cama.
Restregue mis ojos y fui al baño.
Me miré en el espejo e hice una mueca. Me lavé la cara y los dientes. Salí del baño y escogí un atuendo para hoy, hacia calor así que escogí un short corto y una blusa azul. Me puse unas pantuflas que compré ayer y bajé las escaleras.
Gracias a Dios no me encontré con Eithan.
Llegué abajo y no había nadie. Fui hacia el refrigerador y encontré una nota.
Eithan, Robert y yo salimos a hacer unos tramites. No tardamos. Saca todo lo que quieras del refrigerador, estas en tu casa.
Un beso, Margareth.
Boté el papel a la basura y abrí el refrigerador, habían fresas y crema.
Mm..
Saqué las fresas y las puse en un plato, luego eché crema en ellas.
Oh si...
Me iba adar un orgasmo de tanto placer.
Me comí todo y dejé mi plato en el fregadero.
Fui al salón y prendí la televisión. Estaban dando The Simpsons.
De pronto tocan el timbre.
¿Quien seria? No podían ser ellos... ya que tienen llave. ¿Y si es un violador?
Temerosa fui a abrir la puerta y me encontré con un apuesto chico sonriente.
-¿Si?- dije con un tono de voz casi audible.
-Hola, soy Ashton. ¿Esta por aquí Eithan?- preguntó el chico.
-Oh, Hola Ashton, soy Abigail. Eithan salió pero no tarda. ¿Es tu amigo?- pregunté.
-No, soy su novio- dijo y mi mandíbula chocó contra el piso.
-¿Que?- dije.
-Hubieras visto tu cara- dijo el chico soltando una fuerte carcajada.- Eithan...- dijo entre risas- El no es gay, el es el tipo más mujeriego que hay- se secó un par de lágrimas que caían.
-Oh...- dije.- Pasa, pasa.
-Soy su mejor amigo. Lo conozco desde hace muchísimo tiempo, somos vecinos.- dijo y asentí.- ¿Tu quien eres, por cierto?- preguntó.
-Yo... s...- la puerta se abrió dejando ver a Eithan y Margareth entrando.
-Que hay, Ash- dijo Eithan saludando a su amigo.
-Todo bien. ¿Y tu?, Hola señora Margareth- dijo Ashton sonriendo.
-Que tal, Ash.- dijo Margareth- Hola Abby, vamos arriba, estos chicos se ponen a ver fútbol y sus gritos son insoportables- río Margareth.
Asentí riendo y la acompañé arriba.
Nos sentamos cada una en un puff y nos pusimos a buscar una película.
-¿La quinta ola, o El Renacido?- preguntó.
-El renacido.- contesté. Ella asintió y puso la película.
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Mi estúpido ¿Hermanastro?
RomanceOjalá esto fuera una pesadilla. Ojala yo no viviera en un orfanato.