Capítulo 1

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(Mathew)

Soy Mathew tengo 16 años y estoy en el último año del colegio. Soy muy aplicado en mis estudios y no me gusta salir los fines de semana a fiestas ya que no tengo muchos amigos y no soy muy sociable. Uno de mis amigos se llama Zack lo conocí cuando tenía 7 años; él tampoco es tan sociable ni tiene muchos amigos, lo único que no tenemos en común es que él nunca estudia y siempre me molesta cuando yo trato de hacerlo.

Mi madre casi nunca está en casa ya que viaja constantemente por su trabajo y no me dedica tiempo; realmente, sé que suena frío, eso no me importa porque ya me he acostumbrado a estar solo desde los 9 años. En mi anterior colegio me molestaban por no tener amigos, y no es que no quisiera tenerlos sino que siempre se me ha hecho difícil hacerlos. Me encanta la música, empecé a tocar la guitarra desde los 7 años, ya que era la única cosa que me mantenía distraído de las peleas cotidianas que tenían mis padres, las cuales eran ocasionadas por mi culpa porque mi padre quería que saliera más seguido e hiciera más amigos, mientras que mi madre quería que me mantuviera centrado en mis estudios y que no saliera. Para no escuchar estas peleas; después de clases siempre me iba a la casa de Zack para tocar guitarra, ya que esta se encontraba al frente de la mía y mis padres no se hacían problemas, usaba la excusa de que iba a estudiar. El tocar la guitarra se convirtió en mi pasatiempo y tengo suerte que en mi actual colegio haya un salón de música, al cual asisto todos los días después de clases, cuando ya no hay nadie en el colegio.

(Briella)

Soy Briella, tengo 16 años y es mi último año de colegio. Soy una chica alegre y sociable. ¿Mi mayor temor? La soledad. Odio estar sola, ya que desde los 9 años me quedaba sola en casa porque mis padres tenían que ir a trabajar. Lo bueno es que contrataron a una niñera para que me hiciera compañía y a la vez hiciera los quehaceres de la casa. Su nombre es Esmeralda tiene 28 años, aunque es joven, es muy madura para su edad. Al principio no le tenía mucha confianza, pero tras pasaba el tiempo esta iba creciendo hasta el punto en que llegó a convertirse en una segunda madre para mí ya que me ha ayudado en varias ocasiones y gracias a ella ya no me siento tan sola.

Cuando era pequeña, y mis padres no estaban tan ocupados para al menos notar mi existencia, me llevaban al parque para que juegue. Ahí conocí a un niño. Tenía la misma edad que yo, así nos hicimos amigos rápidamente. Siempre lo encontraba cuando iba al parque. Él me enseñó a jugar fútbol. Me empezó a gustar, así que mis padres me inscribieron en un club de deportes. Desde ese día ya no lo volví a ver ya que pasaba mucho tiempo en el club y ya no iba al parque. Un mes después mis padres me dieron la gran noticia –nótese el sarcasmo- de que nos íbamos a mudar. Les pedí que me dejaran ir al parque por última vez. Ellos asintieron y me dijeron que no me demorara mucho. Fui con la esperanza de encontrarlo, pero no lo encontré. Por más que lo busqué y grité su nombre, no apareció. Volví a mi casa decepcionada de no poder haberlo visto por última vez. Después de mudarme, mis padres empezaron a estar muy ocupados así que contrataron a Esmeralda. Me cambiaron a una escuela más cercana. Ahí conocí a mis mejores amigos hasta ahora. Daniel, el rudo. Nadie se atreve a desafiarlo. Excepto yo. Carter, el típico chico popular que tiene a todas las chicas a sus pies –excluyéndome-. Austin, el líder del equipo de fútbol. Alex, el amante de los videojuegos. Y Logan, el chico que va de fiesta en fiesta sin cansarse.

Realmente nunca pensé que llegáramos a ser tan unidos tanto así para llegar hasta nuestro último año de secundaria juntos. Siempre nos hemos apoyado y sinceramente son los mejores amigos que pude haber deseado. Lamentablemente mi vida no es todo de color rosa. Cuando empecé la secundaria; yo, como todos los recreos, me encontraba con los chicos en la cafetería para comer juntos en una mesa; sentí que alguien me tocaba el hombro, yo voltee y me encontré con una rubia de ojos azules. Me llevó a un lugar del comedor apartado de los chicos

Bésame hasta que te recuerdeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora