Bésame hasta que te recuerde

Capítulo 4

(Mathew)

Regresé a mi sitio, guardé mis cosas y me despedí del profesor mientras salía del salón para dirigirme al estacionamiento. Cuando llegué vi a un chico cargando a... Briella?. La bajó y empezaron a discutir sobre algo que no pude escuchar. Al terminar aquella plática, subió con el aquel chico a la moto y se alejaron hasta desaparecer. Inconscientemente, apreté fuertemente mis manos y sentí un extraño sentimiento de ira y tristeza combinados. Moví mi cabeza de un lado a otro para sacar ese extraño sentimiento y subí a mi auto. En todo el camino no pude sacarme de la cabeza aquella escena en el estacionamiento y tampoco aquel raro sentimiento, el cual me daba ganas de golpear a ese chico pero a la vez estar en su lugar....¿¡Que rayos me pasa?! Debo dejar de pensar en eso; no debe importarme en lo absoluto lo que ella haga, la acabo de conocer... Mierda. Tal vez no saldrás tan rápido de mis pensamientos Briella.

Al llegar a mi casa, dejé mis cosas en el sofá y subí al cuarto de mi hermana, Noa.

- Noa, ¿ya has terminado tus tareas?- pregunté mientras abría la puerta

- Sí, ya no soy una niña Math- me dijo haciendo un puchero

- Sí lo eres

- Solo soy un año menor que tú

- Y como toda mujer madura, ves ''My little pony'' y todo lo que pasa en Discovery Kids- le dije burlándome de ella mientras apuntaba la televisión en la cual estaba pasando aquel programa

- Ash! Ya callate!- me gritó y vino corriendo hacia mí para golpearme, así que corrí esquivándola. No se rindió y me persiguió por toda la casa; hasta que me cansé y ella aprovechó para lanzarse sobre mí y hacerme cosquillas

- Ya para!- dije con dificultad ya que mis carcajadas me lo impedían

- Retráctate!- me gritó mientras seguía haciéndome cosquillas

- Me retracto! Ahora déjame!- me rendí y ella se apartó con una sonrisa triunfadora

- Ahora, ¿harás la cena o pido pizza?

- ¿Mamá no ha llegado?- pregunté, aunque ya se había hecho costumbre no encontrarla en casa ya que por trabajo viaja constantemente; según ella, porque sé que lo hace para olvidarse de papá. Él murió en un accidente automovilístico; cuando yo tenía 9 y Noa, 8. Mi madre se había quedado en casa y al enterarse del accidente fue lo más rápido que pudo al hospital. Mi hermana no salió herida porque yo la cubrí, aunque mi padre fue el que llevó la peor parte. Yo perdí parcialmente la memoria al quedar en un coma breve de 3 semanas; mientras que mi padre, al igual que yo quedó en coma pero la diferencia es que él no despertó. Mi madre no paraba de llorar y dejó de comer, al final tuvieron que llevarla a emergencia por anemia. Cuando regresó, no salía de su cuarto. Mi hermana la miraba tristemente desde la puerta hasta que se iba a llorar a nuestra habitación, ya que antes dormíamos en el mismo cuarto en un camarote. Ante la necesidad económica fui al restaurante de mi tía y le pedí empleo; ella accedió, diciéndome que me encargaría de lavar los platos. Era un trabajo de medio tiempo; así que aún seguía asistiendo al colegio y me encargaba de mi hermana. Hasta que mi madre se recuperó y me dijo que ella volvería a trabajar y que yo me siguiera concentrando únicamente en los estudios. Pensé que todo volvería a ser como antes, pero me equivoqué. Mi madre ya no era la misma de antes; empezó a salir los fines de semana y volvía, la mayoría de las veces con otros hombres; si no eran hombres, estaba ebria y empezaba a gritarnos e insultarnos. Nos culpaba por la muerte de nuestro padre. Noa rompía en llanto mientras me abrazaba fuertemente, yo le devolvía el abrazo, acariciándole el cabello y conteniendo mis lágrimas ya que no quería que Noa me viera, quería que tuviera a alguien que la reconfortara. Pasaron 3 años y  mi madre aceptó el trabajo en el que esta actualmente; nos manda dinero semanalmente así que ya no me importa lo que le pase a ella, mi única prioridad es mi hermana, quiero lo mejor para Noa que no le falte nada. Mis únicas metas son ser un profesional y cuidar de mi hermana, ella es la única familia que tengo y es lo más importante para mí.

-No, creo que ahora está en España

-Ah, okay. Bueno pide pizza que ahora estoy muy cansado para cocinar

-¡¡Yeii!!- gritó alegre mientras que corría hacia la cocina donde estaba el teléfono. Su comida favorita es la pizza, creo que podría comer toda la pizza que le pusieran enfrente.

Me recosté en el sofá. Sigo preguntándome quién demonios era el chico que estaba con Briella. ¿Será su novio? Creo que sí, una chica tan linda debe tener novio ¿no? ¡Ya deja de pensar en eso! Pero si era su novio entonces... ¿por qué casi nos besamos? No creo que sea ese tipo de chicas, parece que es honesta, pero ¿por qué estaban tan cerca? Para empezar ¿por qué estoy tan furioso?

-¡Math! - Noa me sacó de mis pensamientos al tirarse encima mío

-¡Noa, pesas! - le dije burlándome

- ¡No es cierto! - dijo haciendo un puchero mientras se cruzaba de brazos

- Claro, estás como un perro desnutrido de la calle

- Oye tampoco estoy tan delgada, soy... intermedio- me sacó la lengua a lo que yo solo me reí y le empecé a hacer cosquillas

- ¡Venganza! - le dije riéndome

- ¡No, no! ¡para! - empezó a reírse y trató de escaparse saltando del sillón. Empezó a correr y se encerró en su habitación. Ella detesta las cosquillas. Me recosté nuevamente sobre el sofá  al cerrar los ojos apareció nuevamente la imagen de Briella en mis pensamientos. ¿Por qué, Briella? Acabo de conocerte pero aún así invades mis pensamientos y creas sentimientos extraños en mí. 

Sonó el timbre, así que tratando de olvidar esos pensamientos fui a abrir la puerta. Era el repartidor; me entregó la pizza y le pagué. Me dirigí al cuarto de Noa y toqué la puerta

- Noa... - me interrumpió

- No te abriré aunque sea el fin del mundo! Sabes que detesto las cosquillas

- Bueno, más pizza para mí - ni bien terminé aquella frase la puerta se abrió instantáneamente, Noa vino corriendo y se lanzó hacia mí rodeando mi espalda con sus brazos y piernas. Casi nos caemos, ya que estaba bajando las escaleras, mantuve el equilibrio agarrándome del pasamanos y apoyándome de la pared- Briella bájate...- mierda

- ¿Briella? - dijo sorprendida - ¡No puede ser! Mi hermanito se ha enamorado wuwuwuwuwu - al terminar de bajar las escaleras, se bajó de mi espalda y siguió molestándome con Briella. No puedo creer que haya dicho su nombre, ahora Noa no me dejará en paz. Me arrebató la caja de pizza y puso la mesa para comer, mientras que seguía molestándome

- ¿Desde cuándo la conoces? ¿Es  linda? ¿Está enamorada de ti? O... ¿tiene novio?  ¡No me digas que sí tiene! awww pobrecito, pero bueno quién se fijaría en ti si ni siquiera te arreglas - conchuda ¿acaso no se ve en el espejo? - si lo hicieras te verías más guapo, ¿ya te confesaste?  ¿te rechazó? si lo hizo no te preocupes seguramente era una de esas zorras, aquí esta tu hermanita para conseguirte mejores chicas - yo solo la miraba sin decir nada, hasta que al fin se calló 

- ¿Terminaste tu interrogatorio? Bueno, lamento decepcionarte mi querida Noa; pero, la acabo de conocer, no me confesé, no sé si tiene novio y no creo que sea una zorra

- Jumm! espera....Briella....Briella...ahhh Briella! Sí la conozco, no puedo creer que tu recién la hayas conocido. Ella es de las que más se hablan en el colegio porque siempre anda con los 5 chicos mas populares y guapos; pobre mi hermanito, pero no te rindas, he hablado con ella algunas veces y es una buena chica, al parecer es honesta y cuando la veas jugar fútbol te sorprenderás, aunque también es buena en los estudios, es como la chica perfecta - solo la escuchaba y no comentaba nada

- Muy bien hermanita, ya es hora de ir a dormir- dije levantándome y llevando los platos y vasos al lavadero mientras que Noa botaba la caja y la botella de gaseosa, ya vacías. Al terminar de lavar y secar la vajilla, subimos a nuestros cuartos y nos despedimos.