Dean Ambrose es un hombre peligroso.
El luchador de Cincinnati comenzó su camino hacia la WWE con una carrera sin miedo en escenarios independientes, en los que se destacó por su capacidad tanto para absorber como para distribuir castigo en igual medida. Después de varios años trabajando duro en la oscuridad, Ambrose compitió en algunos de los entornos más crueles que se pueda imaginar, sacrificando su cuerpo y su sangre para intentar infligir tanto daño a sus rivales como fuera humanamente posible. La victoria no era lo importante. Lo que siempre le importaba a Ambrose era el mensaje.
En Survivor Series 2012, Ambrose se unió a Seth Rollins y al altísimo Roman Reigns para hacer su debut como The Shield. El trío se vistió de negro y se autoproclamó defensor de su propia forma de justicia en una WWE que creían que había perdido su estilo. En los años desde que debutaron como un frente unido, Los Sabuesos de la Justicia demostraron ser una unidad imposible de detener. Se deshicieron de algunas de las principales superestrellas de la WWE, como John Cena, The Rock y Evolution.