Después de escribir aquella carta, ella recordo todos aquellos momentos que vivió toda su vida, Carolina tomo una soga y la colgó al techo. Tomo una silla y se subió arriba de ella coloco aquella soga en él cuello y acento la silla, sus ojos se retorcían al igual que todo su cuerpo, aquellos ojos azules se cerraron al fin y su pequeño cuerpo se quedo quieto, ella había muerto.