3-Extraño Jefe

7.6K 480 34
                                    


Hoy era lunes estaba todo tranquilo en la oficina mi jefe estaba en su despacho, mientras yo en mi pequeña, pero acogedora oficina llenando algunos documentos.

Los pasados días fueron un total caos, Danna me arrastro con ella a todos lados, fuimos de bar en bar, llegamos hechas dos vagabundas, hacía mucho tiempo que no disfrutaba tanto, me reí como loca, baile, bebi y grité como hacia años no lo hacía.

El Sr. Lombardi me pide que vaya a su oficina, me levanto me arreglo un poco el pelo...Espera, ¿qué? Muevo mi cabeza y sigo con lo que estaba haciendo. Llego a la oficina y entro sin tocar.

-Me necesitaba señor? - Pregunto amablemente, él se voltea y me mira. Rueda los ojos y me ve con cansancio.

-Lara, por favor tutéame- Dice en tono cansino.

-Señor ya le dije...- me interrumpe.

-Entiendo lo que me dijiste Lara, pero por favor háblame de tú.

Volteo los ojos y lo miro, no tengo opción, ¿oh sí?

- Esta bien Señ.... Ethan me necesitabas para algo?

-Necesito que me acompañes a una cena, es totalmente profesional, tengo un contrato que cerrar con unos clientes y necesito que em asistas.

Me quedo como boba observando como mueve esos carnosos labios, lo que daría yo por estar besándolos y mordiéndolos, ¿caray hace calor no?

- ¿Está bien, cuando será? – hablo mientras saco la agenda y anoto.

-Gracias por aceptar.

-Por qué?

Mueve la cabeza como si lo que esta pensando no fuera lo correcto.

-Es hoy a las 8, es en uno de mis restaurantes y pasare por ti.

Claro, el señor aparte de guapo, podrido en dinero, ¿qué más tendrá a aparte de esta empresa y un restaurante?

Me quedo como tonta pensando y recuerdo necesito cambiar mi guardarropas, Danna seguro estará contenta de decirle que nos iremos de compra.

-Te pasa algo Lara?

-No señor, solo estoy pensando en que tendré que ir de compras, ya sabe. - digo como si fuera lo mas normal.

Sonríe. Que linda sonrisa que tiene.

Toma su chaqueta y su celular, me mira y dice.

-Te quedaras ahí o iremos de compra?

Lo miro y lo primero que hago al ver su cara es reírme, que buen chiste. Pero luego me cayo de golpe al ver su cara seria.

- ¿No estarás hablando enserio, oh sí?

-Que tiene de malo, yo también necesito un traje nuevo, ya sabes, tantas reuniones y eventos de aquí para allá, estropean todo mi closet.

¡Ja! Esa ni el mismo se la cree, seguro tiene montones de trajes sin usar.

-Pues yo puedo ir por mi cuenta, usted por la suya, digo, usted seguro tiene su tienda especifica donde comprar sus trajes. - me muerdo el interior de las mejillas, un claro ejemplo de que estoy un poco nerviosa.

-Podemos ir a cualquier tienda, en realidad no me interesa cual sea- se encoje de hombros restándole importancia.

- Seguro?

-Si continuas con esta preguntas, te voy a tomar de las rodillas y te pondré sobre mis hombros mujer.

Me quedo boquiabierta.

-No serias capaz‼‼

No debí de decir eso, ahora me encuentro sobre sus hombros y nunca me he sentido mas avergonzada, como ahora.

-Pero ¿qué diablos? .......bájame maldita sea bájame!!!!!!-Estoy histérica gritando......gracias al cielo no hay más empleados, porque sino seguro piensan lo que no es.

-Ya deja de gritar.

-Bájame!!!!-Me da un azote en la nalga que me deja en shock.

Pero que coño le pasa a este hombre.

-Serás Hijo...-No Me deja terminar y me baja al piso. Me deslizo suavemente por su cuerpo y ahora estoy temblando. Me mira y Dios, que mirada mas sensual.

-Si vuelves a gritar como loca o seguir hablando sin parar, juro que te pongo en mis rodillas y te azotare hasta que tengas ese culito rojo.

Acabo de mojar mis bragas, que me parta un rayo si no es así.

-Oye no hay porque llegar a esos extremos, mi culito y yo nos sentimos bien como estas- todo esto lo digo mientras me sobo mi trasero.

-Nos vamos?

-Necesito mi bolsa, espera un minuto. -salgo pitando y voy a por mi bolso, reviso que tenga todo y salgo de la oficina chocando con un duro cuerpo, el cual pertenece a mi guapo jefe. - Lo siento, no me di cuenta.

Me mira, me mira y me mira por largos segundos, cuando creo que me seguirá mirando, niega y se encamina al ascensor.

Entramos en silencio y no me creo que vaya de compras con mi jefe, es algo super raro, ósea, llevo dos semanas trabajando aquí y ya hasta me ofreció azotarme mi trasero. Pero esperen, si lo hizo, hasta estaba a punto de insultarlo. Ay, Dios bendito, a la próxima me despiden.

Jefe El Que Se Enamora Pierde. (En Edicion)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora