CAPÍTULO I:|¿ALGO NUEVO?|

54 1 0
                                    




Son las seis y media de la mañana y como todos los días mi forma de despertar es agobiante, los gritos de mi madre tras la puerta, me impiden que vuelva a conciliar el sueño y eso hace que mi humor del día no sea muy bueno, ya que yo amo dormir y puede a que llegue a ser mi único amor correspondido, bueno no tanto así.

- ¡Katharina despiértate ya, llegarás tarde a clases!- dice mi madre y empezando a dar pequeños golpecitos a la puerta. – el desayuno ya está en la mesa, hasta más tarde cariño.

- ¡Hasta más tarde mamá, cuídate!-grito con la voz rasposa y ronca, antes de escuchar el motor de su viejo Volkswagen alejándose fuera de casa.

A pesar de que no me gusta la rutina de las mañanas que mi madre realiza, ella es la persona que más amo en el mundo y no podía enojarme con ella solo por quitarme el sueño para que se pudiera despedir.

Luego de desperezarme por completo, me alisto lo más rápido que me es posible, bajo los escalones con cuidado, ya que no soy muy ágil y evito tener una caída de cara, lo que me suele suceder muy a menudo.

El olor a galletas recién horneadas me llama a gritos junto con una taza de chocolate caliente, en estos momentos lamento el no poder disfrutar del sabor que ambos tienen, ya que tengo que tragar todo, por así decirlo; si es que no quiero llegar tarde a clases.

Lo bueno de todo, es que no vivo muy lejos del instituto, y mi querida bicicleta me facilita el transporte, aunque no muy querida, ya que gracias a ella tuve un par de leves lesiones en la rodilla cuando empecé a usarla, como dije no soy muy ágil en nada que tenga que ver con esfuerzo físico, pero al final me termine acostumbrando, bueno como a casi todo lo que viene a deparar en mi vida.

*******

- ¡Kath no camines tan rápido!- chilla Ross a un metro de distancia de mí.

Ross es mi mejor amiga desde la infancia, cuando nos dimos cuenta de que a ambas nos gustaba gastarle bromas pesadas a nuestros ¨compañeritos¨ de aula. Desde ahí nos paramos metiendo en problemas, por así decirlo, pero siempre juntas.

Cabe resaltar que Ross y yo, somos muy opuestas en muchos aspectos, sin embargo ella es la única que ha llegado a entenderme, ya que Patrick, de quien les contaré luego, es como un hermano para mí y yo soy la única que le entiende a él.

- No camino rápido, tú los haces muy lento.

- ¡Entiéndeme!, ayer no hubo nadie que me cuide en la fiesta, ya que tú no quisiste acompañarme. – dice Ross haciendo puchero.

- ¿Y eso qué tiene que ver con que camines lento?- pregunto intentando no reír en el intento

- Que ayer me caí y me torcí el tobillo, por eso camino lento.- lo dice con un tono de voz muy infantil

- Bueno caminaré lento, pero deja de ser tan exagerada- lo digo soltando una no tan pequeña risa, la cual ya no pude aguantar más, además que ya me había dado cuenta por la hinchazón que tenía.

- Qué buena amiga ¿eh?- dice Ross mientras se ríe conmigo y me guiña un ojo.

- Una de las mejores.- le respondo con el mismo gesto.

Mientras nos dirigimos a clase química, la cual ambas compartimos, pasamos por mi taquilla por algunos libros; al abrirla cae un pequeño trozo de papel negro; con una nota en ella, con letras plateadas.

Ni una de las dos nos sorprendemos, ya que eso es cosa de todos los días desde hace unos cuatro meses y no, no es de un admirador secreto si eso pensaban, ya que no soy muy visible para todos, se podría decir que soy una de las pocas personas que se pasa encerrada en la biblioteca en las horas libres y eso me hace la ¨chica rara¨, no le doy importancia, ya que leer no es raro, eso es absurdo.

Volviendo a la nota, ni siquiera sé cómo tomarla, una amenaza, una advertencia, una recomendación; aunque esta última lo dudo mucho. Ross me ayudo a tratar de descifrarla y sin embargo no llegamos a nada en concreto, y nos cansamos de darle importancia a una suata nota.

~ Un rompecabezas, donde las piezas no debes de buscar. ~

Cuando levante el papel para deshacerme de él, me di cuenta que está era distinta a las otras, al reverso tenía algo escrito: J. S. L, eran las iniciales de un nombre o eso creo, así que decidí guardarlo en mi libreta de apuntes.

Ross se percató de mi acción, y antes de que empezara el interrogatorio, sonó el timbre que avisaba el inicio de clases.

Te cuento luego, ahora tenemos que correr.- me anticipe a que hablará mientras trataba de jalarla para que corra, ya que su tobillo le dolía y no quería ser la causante de que se hinchara más de lo que estaba.

Llegamos al salón con dos minutos de retraso, por suerte el míster bigotón llego después de nosotras, no era que tuviese bigote, más bien era lampiño o así parece y era uno de los profesores más jóvenes con sus veintiocho años, pero a Ross le encantaba poner apodos a todos los maestros aunque no tuvieran que ver nada con ellos.

Las clases de química suelen ser muy amenas y entretenidas, sin embargo me pase toda la hora distraída pensando de quien podría ser esas iniciales y si no eran eso, ¿qué significaban?

Al tocar el timbre que avisaba la hora de almuerzo, nos dirigimos a la cafetería a por nuestra comida. Mientras devoraba mi hamburguesa de pollo y de vez en cuando daba sorbos a mi soda, Ross no desperdicio ningún segundo y comenzó el interrogatorio.

- ¿Descubriste qué significan?

- No, si ya lo hubiera hecho te lo hubiera contado, ¿no crees?

- Touché. ¿Y por qué después de tanto tiempo?

- Eso tampoco sé, supongo porque hace cuatro meses exactos las notas comenzaron aparecer.- espeté

- ¿Kath?- pregunto media alarmada.

- ¿Ross?- respondí rodando los ojos, por los gritos que se venían

- ¿¡Y si esa es una pieza que no debes buscar!? ¿¡Además por qué CUATRO meses!?

- Entonces serán dos piezas que no voy a buscar. - Ross me miro un tanto intrigada y confundida – más bien diría que vamos a buscar.- finalicé.

Esto ya me estaba empezando a fastidiar, ya era momento que deje de estar reacia al respecto, tenía que encontrar a la persona que enviaba esas notas, y para eso tenía que averiguar a quién le pertenecían esas iniciales.

La Pieza FinalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora