Amando al enemigo (Bumbleebe & Tú) ~Transformers~

1.

- Aquí es –Anunció Megatron cuando entrabamos en la nave de los Decepticons.

- Es algo –Pensé-, Grande.

- Así me gusta –Dijo sonriendo.

Caminamos entre los decepticons, al parecer era la única mujer en la nave. Mire a mis lados y los amenaza con la mirada, no me gustaba que me vieran.

Algunas personas pensaban que yo era dura y fría, pero tenía mi pasado. No me gustaba jugar cuando se trataba del pasado ni cuando se trataba de los causantes de mi pasado; los autobots. Recuerdo cada uno de los autobots que mate, y cada uno de los que no había matado. Más a Optimus. El era un buen líder, siempre envidie a los autobots que ellos tuvieran un gran líder, no como los decepticons que teníamos a Megatron quien era un completo patán. Y menos como sub-lider a StarsCream.

- Aquí esta tu habitación –Dijo señalando una puerta.

Abrí la puerta y al verla levante una ceja.

- Me encanta –Dije sarcásticamente-. Me encanta que mi habitación sea parte del calabozo y que este sucia, maltratada y fea.

- ¡Que bueno que te gusta! –Dijo nervioso.

- Megatrob, ¿enserio no pudiste conseguir algo mejor?

- ¿Cómo que? –Pregunto titubeando.

- Yo que se, la habitación de StarsCream –Dije encogiéndome de hombros.

- ¡Gran idea! –Dijo menos nervioso que antes-. ¡A la habitación de StarsCream!

- ¡¿Qué?! ¡¡NO!! –Grito él.

P-E-R-F-E-C-T-O.

No soy demasiado estricta en ese tema de la habitación, pero me sacaron de mis vacaciones en las lunas de Cybertron para venir a descansar en un calabozo. ¡¿Cómo no iba a estar enojada!?

- Olvídenlo –Dije entre dientes.

Camine a la salida de la nave, me convertí en un F-22 Raptor para no llamar la atención. Salí volando se ahí hasta que llegue a una calle completamente vacía. Cerré mis ojos y sentí como me volvía más pequeña, era uno de mis tantos talentos, convertirme en una humana. Salí de la pequeña calle caminando como una humana, los decepticons no sabían de mi pequeño 'truco' y era mejor mantenerlo en secreto. Pero los humanos habían creado maquinas de energon que había visto de regreso a este planeta. Aun que este en forma humana detectan mi spark. No tengo corazón, pero si spark. Tenía que tener cuidado con esas maquinas. Camine y camine. A lo lejos visualice un banco. Entre en el banco seguida de un señor. Me acerque a un cajero automático, hice algo con mis ojos y de la maquina ya estaban saliendo varios billetes. Sonreí para mi misma. Salí del banco como si nada. Busque letreros de departamentos en venta. Encontré uno en un edificio algo abandonado. Un chico salía de este en pijama, entro en su cochera y observe que había un auto amarillo –muy desgastado- que según era de colección. Me acerque a él, cuando estaba volteado tratando de prender su carro le toque el hombro, creo que se asusto.

- ¡Heem! ¡Hola! –Dijo levantándose del suelo, ya que se había resbalado gracias a mi susto.

- Hola –Salude-. Soy _____ Finnegan.

- Sam Witwicky –Dijo del mismo modo-. ¿Qué te trae por aquí?

- Bueno, soy nueva en la ciudad y acabó de llegar. Venía aquí por unos amigos, pero son unos imbeci...-Me detuve- No están en la ciudad, y tengo que buscar un lugar donde quedarme. En la esquina ví una cartel de un departamento, ¿sigue en venta?

- ¡Oh! –Dijo nervioso-. ¡Si, si! Sigue en venta.

Dios, este chico se ponía nervioso muy fácilmente.

- ¿Dónde pido informes? –Pregunté.

- ¡Mmh! ¡En....haya! –Dijo señalando una casa pequeña.

- Okay, gracias por tu ayuda.

- ¡S-sí!

Reí mientras el chico no me veía y camine hacía la casa que me había señalado. Toque la puerta y una señora vieja me abrió.

- Vengo por el departamento.

- Shi, shi, pasha –Dijo con su voz de abuelita.

Entre a la casa, me llevo a una oficina donde ella se puso unos lentes y se sentó.

- El departamento es algo caro, pero es bueno, tiene servicio de luz, agua y gas. Quiero que sepas que te estoy entregando...bla, bla, bla –Dijo.

- Si señora, solo tome el dinero y ya –Dije aventándole el dinero.

- Grashias –Dijo enojada. Me entrego las llaves del departamento.

Camine por donde la viejita me había explicado, encontré la puerta del departamento, puse la llave en la cerradura y abrí la puerta. Saque la llave y ya dentro del departamento cerré la puerta. Camine hacía la ventana que estaba en el departamento. Y mire en ella. Al lado de mi departamento vi un balcón que tenía una casa de perro y escuche a alguien hablar. Active mis equipos auditivos al máximo y escuche.

- Si, lo entiendo. Pero te han dado una beca, ¡el presidente te dio una medalla!

- No puede ser que yo este aquí trabajando cuando podría estar con los autobots.