Salir con una estrella y sus (¿desastrosas?) consecuencias.

Capítulo 3: "No sabe lo que acaba de pasar fuera"

Pedí algo de beber y me aislé del ambiente, el bar se había ido llenando y no es que me entusiasmaran las multitudes. Recibo una llamada de mi madre y tenemos una discusión por la hora en la que llegaré a casa.

-Mamá, te dije que me quedaba a dormir en casa de Cass.

-Y yo no te dije que sí.

-Tampoco que no. Te limitaste a hacerme el tercer grado y como siempre, la cosa acabó en discusión y al final, se supone que cediste.

-Porque me preocupo por ti.

-Mamá, tengo que colgar, nos vemos mañana y lo hablamos tranquilamente.- no le doy tiempo a contestar y cuelgo: discutimos mucho y últimamente con demasiada facilidad, pero nos queremos.

-¿No te gusta su música?-escucho una voz femenina a mis espaldas y me parece la irritante chica de Jason. No estoy de humor para soportar a nadie.

-Sí, me gusta.-respondo seca, sin nisiquiera darme la vuelta.

-Pues no lo parece.

-¡Mira, bonita, sí que me gusta es solo que hay gente que prefiere escuchar la música sentada y tranquila a zorrear con su novio haciendo como que baila!- he subido la voz sin querer y la música acababa de parar, por lo que esto lo había oído todo el bar.

A lo lejos divisé a Jason y a la que suponía estaba soltando este sermón. Completamente helada, me doy la vuelta y sí, todo el bar se me ha quedado mirando. Y no, la mujer a la que he hablado así no era ella. Parece bastante más mayor que yo y me observa expectante.

-Lo siento, yo... me he equivocado.- tengo que apoyarme en la barra para no caerme. Estoy mareada por la vergüenza y los nudillos se notan blancos por la fuerza que ejerzo contra la barra.

-¡Vaya, Feather, no sabía que te gustara! ¡Yi mucho menos que fueras tan celosa!-comentó Jason divertido situándose frente a mí. Como no, sus amigos le ríen la gracia

-¡Que te quede claro, Smith, no me gustas! ¡Y mucho menos estoy celosa!- le grito furiosa golpeándole el pecho con el dedo índice.

-Ten cuidado con lo que haces, niñata. Yo creo que sí estas celosa.- tuvo que entrometerse la guarra de turno, por la que ha empezado todo esto.

-¿Celosa de una zorra como tú?- suelto una falsa carcajada y la miré desafiante.- Tanto maquillaje ha debido de filtrarse a tu poco usado cerebro. Y me ahorraré el guapa porque no me gusta mentir.

Pongo una sonrisa desafiante y ella mira Jason:

-¿No piensas hacer nada?

-No sé que hacer.- replica sonriendo, creo que solo quiere ver el espectáculo.

-Genial, yo sí.- ella se abalanza sobre mí. Me preparo para golpearla cuando alguien tira de mí hacia atrás, otra persona se mete entre ambas y una tercera la sujeta a ella.

-Tranquila, no merece la pena.

Me está sujetando Charlie y el que se ha interpuesto ha sido el camarero. No puedo ver quien sujeta a Beatrice (sé su nombre porque alguien intenta tranquilizarla), pero creo que es un amigo de Jason, y sospecho de que él si que quiere a la chica, por la forma en que la mira.

Bufo y pido a Charlie que me suelte y él lo hace, pero mantiene la mano cerca de mi brazo, por si acaso.

-Anda vámonos que nos están esperando.-me pone una mano en la espalda, forzándome a andar. 

En un último impulso miro a Beatrice y le lanzo un beso, lo que la enfurece y me divierte. Ese tipo de chicas son todas iguales. Y Jason, es otro de esos chicos que solo te presta atención lo suficiente para que te quites la ropa y cuando lo consigue, busca a otra. En cierto modo son tal para cual. Lo que me ha puesto furiosa es que por una vez las miradas de un grupo de chicos se habían fijado en mí y ella tuvo que llegar para reclamar la atención. Y encima, estaba calentita por la conversación con mi madre. Me siento bien, en parte.

Entramos en la sala en la que estaban antes y veo a la mujer a la que he hablado tan malamente y por un momento aguanto la respiración:

-Alice, te presento a Lindsay Smith, hermana  del señor Smith y la ojeadora que ha mandado la compañía.- Colette me lo dice tranquilamente y creo que no sabe lo que acaba de pasar fuera.