Capitulo 5: El pequeño gato.

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Narra Guillermo. 

Me encontraba debajo de Samuel, a unos centimetros de su boca, él se acercaba peligrosamente hacia ella. Ya podía sentir su aliento agitado, por haber corrido durante unos diez minutos seguidos persiguiendome. Me va a besar, hazlo, hazlo, hazlo. Pero...

-Perdón - No lo hizo.

-¿Qué? ¿Perdón por qué?

-Yo... Yo no quería hacerlo, solo... O sea, no quería ponerme encima tuya, lo siento - Pero yo si quería.

-No pasa nada... - Este chico es tonto, si le hago que me persiga es porque quiero que pase algo, pero al parecer no lo entiende.

-Bueno... Es tarde ya ¿Nos vamos a casa? - Yo asentí lentamente. Pusimos rumbo al coche, nadie hablaba, como siempre ocurría, y seguirá ocurriendo. Observaba los árboles a mi alrededor y, de repente, escuché que algo se movía entre los arbustos. Por un acto reflejo me acerqué a Samuel, agarrandome a su brazo.

-¿Lo has escuchado?

-¿El qué? - Preguntó.

-Algo se movió entre los arbustos.

-Yo no oí nada, te lo habrás imaginado.

-Que no, te lo juro, algo se movió - Volvió a moverse mientras miramos, esta vez si se percató.

-Vale, ahora si lo vi - Dijo mirando hacia todos lados - Voy a ver que es, quédate aquí - Se soltó de mi brazo y se adentró entre los arbustos.

-¿Ves algo? - Pregunté.

-Yo no veo nada...

-A lo mejor te vio y se fue.

-¿Estas insinuando que soy feo?

-No lo digo por eso, sino por el ruido o algo - Se volvió a oir los arbustos, pero ahora eran los de detrás mía. Me volví y vi algo negro entre ellos, yo grité.

-¿Guille? ¿Que pasa? - Samuel apareció detrás de mi con un palo,miro al suelo y resoplo. - Es un gato.

-¿Enserio? - Cogí mi móvil y encendí la linterna para alumbrar al gato, este empezó a maullar.

-Pobre... Parece que lleva varios días aquí - Yo me acerqué a él lentamente, lo deje que me oliera la mano y después lo cogí en brazos.

-¿Y si nos lo llevamos a casa?

-Que dices ¿Tu sabes de bichos que tendrá ese gato? Suéltalo.

-No quiero, no pienso dejarlo en la calle, lo llevare a casa y mañana iré al veterinario para que lo limpien y todo eso.

-Bueno, pues nada, pero te haces cargo tu, yo no pienso hacer nada - Yo asentí alegre, me quité la chaqueta y rodee al gato con ella, al parecer tenia frío. Aunque claro yo también tenía algo de frío. Después de un rato caminando llegamos al coche, nos montamos y nos fuimos a casa.

Ya allí solté al gato, cogí uno de los cacharros de cristal pequeño que teníamos y le eche leche, en otro unas salchichas trozeadas.

-¿Has visto como come? Increíble - Dije observándolo con una gran sonrisa.

-Normal, tendrá hambre - Vegetta se metió en su cuarto y yo me dirigí al mio, para ponerme el pijama y ponerme a jugar un rato a maincraft. Escuché al gato maullar, así que salí a ver que quería. Al parecer ya terminó de comer, se me acercó a la pierna y se resfregó por ella. Lo cogí entre mis brazos y fui a la habitación de vegetta. Por suerte no se estaba cambiando.

-Samuel ¿Puedes cogerlo un momento? Voy a prepararle una cama para que pueda dormir ahí esta noche.

-¿Que lo coja? Tu estas loco, para que me llene de pulgas - Me quité la camiseta y envolví al gato.

Hermanastros A La Sombra - 3ra TemporadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora