Tmnt Gijinkas "Momentos Inolvidables"

•Capítulo 1.

-Narra Donnie:

Era una noche tranquila en la cual estaba recostado en mi cama sin preocupaciones ya que entrenar era algo pesado para mi, gracias a que Leo siempre me pone a hacer abdominales y a Mikey "Mi hermano menor y favorito" lo ponía a correr y practicar su equilibrio, se preguntarán: '¿En dónde esta Rafael?' Pues... El susodicho estaba afuera golpeando un costal de boxeo que nadie sabía de donde lo trajo aún siendo un puberto.
Mientras la noche pasaba no podía dejar de pensar en otros experimentos hasta que escuché una vocesita.

-Donnie... ¿Puedo dormir contigo? Solo por esta noche- *era Mikey mi pequeño hermanito al que protegía de las golpizas que quería propinarle mi hermano Rafael y quien ahora estaba asustado*

-¿Qué sucede, Mikey? ¿Tuviste una pesadilla?, te dije que no comieras pizza y helado antes de ir a la cama- *me reí al ver que Mikey no contestaba ya que era cierto lo que había dicho hasta que al fin habló*

-Pero solo fue un como de helado y cuatro rebanadas de pizza, eso fue poco...- *mostraba su "carita de perrito" que era adorable y a la vez algo tonto pero solo piensen, '¿Quién se enojaría ante tal acto?', y ya que es un niño de apenas once años pareciera que tiene apenas ocho años y eso lo hace más inocente con tan solo darle una mirada*

Pensé un momento para aclarar mi cabeza, suspiré cerrando mi ojos y los abrí.

-Esta bien, puedes...- *cuando estaba terminando la frase, Mikey corrió hacia mí para abrazarme fuertemente*

-¡Gracias, Donnie!- *él estaba muy contento abrazándome con tanta ternura que yo sólo le sonreía e intentaba zafarme del abrazo para poder dormir*

Mientras Mikey me abrazaba yo me estremecía ya que sentía una mirada en mí, volteé a ver la puerta de mi habitación entre abierta y ahí estaba "Mi hermano mayor" Leo, me miraba y después se fue cabizbajo. No entendí por que me veía así, muy triste y serio por estar recibiendo un abrazo de Mikey, decidí ignorar eso y al lograr soltarse del asfixiante abrazo de mi hermanito me levanté para buscar en mi armario una de mis pijamas.

-Mikey, tejo que ponerme mi pijama, te importaría salir un poco para...- *Mikey me sonreía con una dulce sonrisa hasta que hizo un comentario algo extraño*

-Donnie, somos chicos. Ya no soy un niño pequeño, aparte también me tengo que cambiar- *no entendí por que se levantó, salió de mi habitación y regresó con una pijama en manos*

-¿Te vas a cambiar aquí?- *yo seguía sin entender*

-Sip- *empezó a quitarse la camiseta anaranjada que él siempre usaba*

Para no verlo me volteé pero mis mejillas estaban calientes y rojas, eso era algo raro en mí, hasta que en eso llegó Leo y tomó mi mano con seriedad llevándome afuera de mi habitación.

-Narra Leo:
Veía como Mikey se desvestía enfrente de mi Donnie, no podía contenerme '¡¿Este chiquillo, cómo se atreve...?!'
En eso entré como si nada a la habitación mientras que mi hermano menor de bandana anaranjada me veía pasmado por entrar de esa forma. Mientras tanto me acerqué a Donnie y lo tomé de sus dulces, cálidas y suaves manos, estuve frente a él. Por dios, no podía creer que tuve a Donnie tan cerca y solo "por accidente", rocé ligeramente su entrepierna a lo cual él se alejó un poco y yo aproveché para acorralarlo.

-Leo... Esto es indebido, inapropiado e inmoral... Tu y yo somos hombres, no es correcto- *no soporté esos labios temblorosos y esas palabras atrapantes*

-Shhh...- *cubrí sus labios con un dedo, eran unos labios tan carnosos que no me resistí ni un poco más*

-Leo, alejáte, eres un pervertido- *hablaba muy nervioso estando sonrojado, tal vez por que nadie antes lo había tocado y menos intimidado de tal forma, pero eso no me importó* -S-Sensei nos verá, ¡Alejáte!-

Él empezó a gritarme y yo lo jalé directo a mi habitación para hacerlo mío, lo tiré a la cama tomando sus muñecas, entonces le di un beso... El que nunca olvidaré... Y cuando quise robarle otro, preferí poner mi rodilla entre sus piernas en el momento en que llegué a su entrepierna, él se quedó paralizado pero empecé un juego peligroso y movía mi rodilla para lograr algo mientras que lamía su cuello lentamente.

-Ah~- *Donnie emitió un gemido, era tan adorable* -L-Leo... No lo hagas o me veré obligado a hacerte daño-

-¡Jaja!, ay mi Donnie, cariño. Shhh... Te va gustar...- *le susurré al oído y lamí su cuello bajando lentamente pero lo notaba tenso* -Tranquilo, no grites, sólo gozálo-

-Narra Mikey:
Estaba sentado y solo en la habitación de Donnie observando la pared, minutos después escuché una discusión, las voces las reconocí al instante, eran de mi hermano Donnie y Leo. Escuchaba como Donnie le gritaba a Leo.

-¿Huh?- *me levanté de la silla de la cual estaba sentado, me acerqué a la puerta de la habitación de Leo y entonces toqué la puerta* -¿Todo está bien, chicos?-

Nadie contestaba así que me preocupé, hasta que Donnie salió de la habitación de Leo, todo pálido, nunca lo había visto así de mal, mientras que yo buscaba a Leo con la mirada, solo lo vida tirado en el piso inconsciente, entonces Donnie me tomó del brazo y me jaló hasta su habitación, no entendía por qué su pantalón estaba con la bragueta abierta. Cuando entramos a la habitación, él fue directo a su armario para tomar su pijama y se cambió enfrente de mí. Me senté en la cama de Donnie, era tan genial e impresionante, tenía una lámpara con una luz morada, creo que sabia que muchas veces cuando duermo con él, le tengo miedo a la oscuridad.

-¡¿Donnie, hiciste eso por mi?!- *volteé a verlo después de quedar sorprendido*

Quedé tan animado de la sorpresa ya que era un regalo para mi, era algo muy significativo para mí, ya que mi hermano mayor... aunque muchas veces yo arruinara sus experimentos, él sólo tomaba aire para calmarse. Además lo aprecio mucho por que una vez que iba a ser golpeado por Rafa, él me defendió y desde allí, le tuve un gran afecto a ese chico que usa lentes para leer muchos libros, que bebe café y come chocolate conmigo.

-¡Te quiero, Donnie!- *me abalancé hacia él para abrazarlo aún muy pero muy contento, él sólo me sonreía pero en unos instantes perdimos el equilibrio y caímos accidentalmente a la cama*

Fin Del Capítulo 1.