¡Hey, Crush!

Parte sin fecha.

No supe en que momento me quedé dormida, sin embargo, al despertar me percaté que ya no estaba sola. Una enfermera había entrado a mi habitación, y estaba colocando una sustancia en mi suero.

—Veo que ya despertaste— me dijo con una sonrisa tranquilizadora. —Tuviste mucha suerte pequeña, eres muy valiente—.

—¿Q-qué ha pasado?— mis voz sonó mejor de lo que esperaba.

—Tuviste un accidente... pero lo que necesitas ahora es descansar, tu padre vendrá más tarde a verte junto con el doctor— me explicó.

—¿Un accidente? ¿Cómo?— pregunté confundida.

—¿No recuerdas qué pasó?— me miró extrañada.

—No, lo último que recuerdo es que estaba con mi hermano en nuestra casa...—.

La enfermera me miró por unos instantes. No pude descifrar su mirada.

—Te inyectaré unos analgésicos para el dolor, te darán un poco de sueño, puedes dormir si gustas, te vendrá bien, tuviste una noche difícil—.

Se dirigió a la puerta y antes de que saliera le pregunté.

—¿Qué día es hoy?—.

—15 de mayo— y salió, dejándome con sola.

Mis párpados poco a poco se fueron cerrando y me sumí en un largo y profundo sueño.