Ansiedad

25 1 0
                                    

Entonces la primavera nos estaba dejando; aquel joven buscaba al Maestro desde aquella mañana del primer día de la fiesta de los panes sin levadura, siguiendo la dirección de cierto hombre llamado Simón, estando en su casa, la cual notó que estaba sumergida en un aroma sumamente dulce, como del perfume más puro. Halló a éste Simón, barriendo lo que parecía pedazos de vasto de alabastro de perfume, «que pena parece que se acaba de romper ese perfume tan caro», pensó el joven. Simón le confesó que hacía ya unas horas que se habían marchado el Maestro y sus discípulos, y que antes de eso, él había enviado a dos sus seguidores a unas diligencias, volvieron y se marcharon todos juntos.

El joven siguió la dirección indicada del amable señor. Después de ello vio unos cuantos hombres que llenaban cantaros con agua de unos de los tantos posos cerca del Getsemaní.

- Unos de sus discípulos siguieron a «ese hombre» (no escuché bien su nombre), hasta la casa de señor. - dijo uno de ellos.

- Nos declaró él mismo que aquel a quién llaman el Mesías va a pasar la esta noche con todos sus discípulos en esa casa. - añadió otro de los que estaban allí.

El joven siguió la vía que ellos les señalaron. El joven caminaba ansioso por encontrar al Maestro, lo había escuchado tantas veces mientras este predicaba la Verdad en las calles de Jerusalén, lo vio llegar sobre un pollino, lo escuchó hablar sobre la destrucción del templo, y sobre el juicio sobre las naciones, en cada uno de esos momentos su piel se erizaba al escuchar su voz.

El joven, quien era judío de pura cepa; alto para su moza edad, su nariz grande exhalaba largos respiros coordinados con los largos pasos que procedían sus pies, su pelo moreno, largo y ondulado se movía haciendo pequeños movimientos alternos, en su piel blanca se daba comienzo al sudor provocado por su zozobra en los pasos, y en sus bozos relucientes, como de cualquier otro joven de su edad.

El Joven Que HuyóDonde viven las historias. Descúbrelo ahora