Pròlogo

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¿Te gusta ser valiente? ¿A quién no le gusta? Eres el héroe o heroína de aquella persona, de aquel grupo de amigos o los cuatro colegas con los que siempre quedas, ser valiente mola, notas el subidón de adrenalina cuando superas el reto, pero mientras sientes el terror de las consecuencias, el miedo de si la cagas, o el si no sale bien. En cambio, cuando estas solo normalmente eres cobarde, o no tan valiente, si estas solo en casa y escuchas un ruido inusual raramente vas a ver que hay ya que no hay nadie que te esté observando, a no ser que sea el ruido la persona que te observa a escondidas de ti, ya... eso solo pasa en las películas.

Eso me pasó a mí, estaba paseando mi perro, un dogo argentino de color blanco, es un perro fuerte, y el no tiene miedo, es valiente, el héroe. Bueno, estaba andando por un sendero de la montaña cuando Lam, mi perro, salió corriendo, lo seguí ya que si no se acabaría perdiendo- El pobre se desorienta con facilidad- Lo perdí de vista al verlo entrar en una especie de... ¿Cueva? Al inicio no quise entrar, estaba oscuro, no veía nada, pero luego escuché el aullido de mi fiel amigo el cual había estado a mi lado desde que él nació. Entré, no pensé en las consecuencias hasta que me hallé perdido en un laberinto, este era oscuro, mugriento, lleno de charcos y maloliente...

Y de golpe la oscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora