Besitos Sangrientos

Capitulo One

Dicen que las peores cosas pasan los días de lluvia y creo que es verdad, o sea, según la biblia la humanidad se extermino un día de lluvia, aunque creo que la lluvia fue culpable de eso, otra cosa que paso un día de lluvia fue la muerte de mis padres, en realidad estaba nevando, pero da igual, es lluvia congelada, y la última peor cosa que sucede un día de lluvia, es que es mi primer y último día de segundaría. ¡Qué felicidad!

-¿Estas lista para tu último primer día?-pregunto una extremadamente emocionada Tanya. La miré con desprecio, claramente nadie estaría feliz por ir a clases –Vamos chica, este año no tendrás que ir al consejero escolar- dijo sonriendo.

-¡Dios! Esos es terrible, era mi mejor amigo- ironice. He estado desde los 12 años asistiendo a "charlas" con el consejero. Todos los años ha sido la misma dinámica, las primeras sesiones me pregunta cómo me siento con este nuevo año, como me caen mis compañeros, como me llevo con Tanya y como estoy tomando la muerte de mis padres, aunque lleven más de 12 años muertos. Luego de eso yo me vuelvo en su consejera escuchando como su novia Daisy lo engaña con su amigo Greg, pero él no la dejará porque la ama y sabe que ella también lo ama y espera un día poder casarse y tener hijos. Estoy segura seré invitada a esa boda.

-JaJaJa qué graciosa. Será mejor que te apures o llegarás tarde- ordeno para salir de mi habitación.

-¡Sé que en el fondo tú también eres amiga de mi consejero!-le grite desde la puerta mientras ella bajaba las escalera, como la elegante señorita que es me levanto el dedo del medio en señal de respuesta. Claro que era obvio, ya que a Tanya le gusto mi consejero, recuerdo como demandaba ir todas las semanas para ver cómo iba mi "progreso", según ella yo vivía en un continuo estado de shock lo que evitaba que me relacionara con mis pares, por esa razón insistía en que tuviera que hablar con el consejero. Jamás entendió que no quiero relacionarme con mis pares.

Me mire al espejo, no estaba mal, tengo un poco más de color que un cadáver eso me hace sentir bien.

Baje la escalera. Tanya estaba en la cocina comiendo cereal.

-se supone que eso se come con leche- me miro sorprendida con el cereal en la boca. Hermosa postal.

-¿así iras al colegio?-logro decir luego de tragar el cereal.

-sí, pensé en ir en pijama pero sería demasiado sexy para mis compañeros- Tanya me miraba de pies a cabeza, como si no se pudiera decidir que parte de mi atuendo es lo más "OUT".

-cariño los jeans y camisas a cuadros pasaron de moda hace mucho. Has un favor a la humanidad y quema ese atuendo- dijo con asco fingido.

-Tu tortuga esta pasada de moda y no te digo que la quemes. Si yo no me meto con tu tortuga anciana tu no te metes con mi ropa- le sonreí.

-¿Qué haré contigo?- suspiro-¿Quieres que te lleve?- pregunto tomando sus llaves. Que Tanya me llevará significa si o si una parada en la pastelería para comprar donas y un café de maquina con gusto a arsénico. Ya había parado de llover por lo que caminar parecía cada vez una mejor opción.

-No gracias, caminaré- le sonreí- y sobre lo que debes hacer conmigo, creo que darme mucho cariño y comprarme un auto estaría bien- le lance un beso antes de tomar mi bolsa e irme.

Salí de la casa para encontrarme un gigantesco camión en la casa del frente, en serio, el camión era tan grande que podría ser un Transformers. Deje de mirar al camión mutante que fácilmente podría ser una casa porque terminaría llegando tarde a mi primer día y eso sería tan triste.