Capitulo two

7 2 0
                                    

-¿Escuchaste lo que dijo?- Le pregunte a Kathe.

-¿Qué cosa? ¿Los ángeles cantando a coro ante él? O ¿El sonido de mi corazón siendo flechado por cupido?- Eso me dejo en claro que no había escudo, tal vez solo fue mi imaginación. El nuevo se sentó al final de la aula ignorando toda mirada curiosa –Creo que me he enamorado- confeso Kathe, reí en respuesta.

- A los Ondi no les gustará eso- me burle.

-Harry sabrá perdonarme- sonrió.

-Señorita ¿Terminaron su conversación? Quiero hacer clases- ¿Qué clase de profesor hace clases el primer día? Eso debería ser ilegal.

-Disculpe profesor- dijimos a coro.

La clase transcurrió normal. El profesor pasaba funciones mientras el tercio de la clase lo ignoraba. Creo que este año no pasaremos todos.

-¿Cuál es la función de las funciones?- pregunto Kathe al salir del aula- o sea ¿a quién le sirve graficar en el plano cartesiano? – bufo molesta, Kathe y matemáticas no se mezclaban bien.

-Tal vez algún día te sirvan-me incline de hombre.

-Claro, iré y diré "Me da Y=5x+3 de pan por favor"- dijo irónica.

-Nunca sabes, quizás compres pan y te atienda el mismísimo Albert Einstein- Me burle.

-Por supuesto que si cariño- respondió condescendiente, me reí en respuesta.

-¿Cómo están las chicas más guapas y sexys de todo el lugar?- Dios, por favor mátame ahora antes que lo mate yo.

-Mark, siempre tan encantador. Sabes perfectamente cómo tratar a una dama- Respondió Kathe sarcástica.

-Siempre pensé que las chicas amaban ser llamadas sexy- nos miró con falsa confusión.

-Solo las chicas con las que acostumbras estar- Dije con veneno –Como la que viene ahí- apunte a Daniela.

-¿Celosa?- se burló.

-Sí, estoy tan celosa de la forma en que combina una mini y botas de lagarto, ella es todo lo que algún día aspiro a ser- le sonreí.

-Lo dice la persona con más estilo del mundo- intervino Kathe mirando mi ropa, la mire con una ceja levantada – bueno hermanito, te dejamos. Hay un chico nuevo que tiene que estar en mi lista de whatsapp- le sonrío. Kathe solía jugar así con Mark, trataba de hacerlo sacar su lado "protector" o algo así, aunque Mark no le daba bola, siempre se sonreía o incluso llamaba a sus amigos y les pedía el número frente a Kathe para molestar, pero esta vez fue distinto. Mark no mostraba ni una pisca de emoción en el rostro.

-No quiero que te acerques al nuevo- sentencio rotundo.

-¿Por? Admito que tiene cara de recién salido de prisión o algo así, pero no creo que sea mala persona- interrogo Kathe.

-Tengo mis razones Cat. No quiero que te acerques a él. Y tu- dijo apuntándome – menos- ¿Qué diablos se cree prohibiéndome acercarme a alguien? –Hola Dani- dijo saludando a la rubia que acababa de llegar.

-Creo que me voy. Sentí un olor a podrido que me descompone- le sonreí. Daniela me miro desafiante y sonrío con asco, pero no diría nada con Mark aquí. Molestar a la mejor amiga de la hermana del chico con el que te quieres acostar no es una buena idea.

-x2- concordó Kathe. Nos dispusimos a caminar a la sala de historia. Afortunadamente todo mi horario concordaba con el de Kathe a excepción del electivo. Ella eligió química y yo humanidades.

-¿Qué onda tu hermano?- dije al sentarme por el pasillo.

-no lo sé, pero le haré caso- dijo sonriendo como una niña pequeña que admira a su hermano.

-¿Por? De acuerdo, entiendo que quiera protegerte, pero yo no necesito que me diga a quien acercarme y a quien no- no lo entendía.

-Él me protege protegiéndote- la mire confundida- Hoy cuando llegue a casa le preguntaré. A lo mejor se conocen o algo. Creo que lo mejor es no preocuparse con eso. ¿Por qué mejor no me cuentas que hiciste en vacaciones?- Si hay algo que Kathy no sabe hacer es cambiar el tema con sutileza, pero lo deje pasar simplemente.

-No mucho. Comí demasiado, dormí demasiado, vi demasiadas series y películas, dormí más y comí más y también creo que vi más series- realmente mis vacaciones fueron per-fec-tas.

-¿no saliste con Tanya este año?- Todos los años salíamos con Tanya a "cambiar de Aire" pero solo íbamos a una ciudad grande y eso.

-No. Tanya tuvo que salir urgente a no sé dónde y no me pudo llevar. Por lo que me quede en casa. ¿Qué hay de ti? Te llame y no contestaste- Esa semana que Tanya me dejo sola me sentí como la única persona en este pueblo, hasta la señora del almacén salió.

-Tuve que ir a visitar a unos parientes y no tenía señal- Alcanzo a terminar antes de que tocaran el timbre y el profesor cerrara la puerta. Es de esos profesores que cierra en cuanto pone un pie en el salón, pobre la gente que llegue atrasada.

-Buenos días alumnado. Espero que hayan pasado unas maravillosas vacaciones y lleguen con todos los ánimos para aprender historia- tal vez, si lo hubiera dicho con más entusiasmo el discurso hubiera sido más inspirador. El profesor estaba a punto de sentarse pero tocaron la puerta. Pobre el alma que viene –Señor Adrián, solo por ser nuevo no lo dejaré afuera, pero la próxima vez estará afuera toda la clase- Adrián entro como si nada y se sentó al final del aula, pero por una milésima de segundo creí ver un abismo de sonrisa, aunque él no parece ser de los que sonríe, quizás tiene los dientes chuecos o simplemente es amargado.

El resto del día paso como si nada, Kathe no le dedico ni una mirada a Adrián durante todo el día, su presencia le era totalmente indiferente, no parecía la chica de hace unas horas atrás babeando y diciendo estar enamorada. Finalmente el día termino y me podría ir a casa.

-Ale ¿Te molesta si te vas sola hoy? Tengo algo que hacer y no te podré acompañar- dijo Kathe mirando al suelo, generalmente una o dos veces al mes Kathe no me acompaña a casa y siempre se pone triste o algo así, como si se sintiera culpable por no acompañarme.

-No te preocupes Kathe, sabes que te entiendo. Ve con calma- Una vez le pregunte a Kathe a donde tenía que ir, pero ella no quería hablar del tema, por lo que no volví a insistir.

-¿Estas lista Cat?- pregunto Mark saliendo por la puerta del instituto – Lamento no poderte acompañar este lindo día a tu casa Ale. Prometo hacerlo mañana, palabra de Scout- dijo levantando la mano.

-no te preocupes, de hecho no me acompañes, nunca- dije sonriendo.

-Envíame un mensaje cuando llegues, que no se te olvide y si te pasa cualquier cosa me llamas. Nos vemos mañana- Kathe me abrazo y Mark se unió al abrazo. Entre los dos me ahogaban. Más parecía despedida de aeropuerto que de salida del instituto.

-Está bien, ahora déjame respirar- me soltaron y se fueron.

Camine hasta casa lentamente mirando como el cielo volvía a nublarse anunciando lluvia. Durante el camino me fui pensando en lo raro que había actuado Kathe durante el día, casi parecía que no iba a volver después de esa despedida. Al llegar a casa me encontré a Tanya hablando con la nueva vecina, ella era la del camión mutante.

-Ale cariño- llamo Tanya. Me acerque y pude ver con quien hablaba. Una mujer de unos 33 o 35 años realmente guapa. Tenía el cabello negro largo y unos ojos azul cielo increíbles, era ese tipo de mujer que hace que te den ganas de irte a suicidar al verla – Ella es Elizabeth, fuimos compañeras hace un tiempo- dijo presentándome a su antigua compañera- Ella es Alexandra, es como mi hija- dijo abrazándome.

-Un gusto Alexandra, soy Elly tu nueva vecina. Si algún día necesitas algo no dudes en pedirlo y si yo no puedo siempre pueden hacerlo siempre puedes decirle a mis hijos- dijo sonriendo. De la nada sale un chico con un montón de crema en la cara.

-¡Mamá! Adrián acaba de tirarme toda la crema- El chico era GUAPO, así, con mayúsculas.

-¡No es cierto!- Dijo otro chico saliendo por la puerta. Me quede estática un segundo al ver que el chico venia riendo. Jamás pensé que el chico nuevo del instituto pudiera reír más allá de media sonrisa.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Mar 19, 2016 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Besitos SangrientosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora