De compras

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Edward POV

Mientras todos conversaban, aproveché de escabullirme sigilosamente de la casa. Había visto los pensamientos de Alice y la visión que había tenido, y yo me iba a encargar de que realmente sucediera como ella lo vio. Esto terminó por convencerme. Sabía muy bien que esto no era nada caballeroso, estar maquinando cosas a escondidas, pero al menos quería intentarlo y no creía que hubiese mayor problema.

La visión de Alice me mostraba a una Bella tan distinta… desinhibida y completamente entregada a mí… era porque Bella entraría rápidamente en el efecto del alcohol… y no pude resistirme… tenía que suceder, Bella siempre era tan reservada y tímida… bueno a veces… pero quería preguntarle cosas que normalmente no contestaría o no serían del todo veraces… Así que me aseguraría.

Corrí por el bosque, no utilicé mi Volvo, porque Bella seguro lo oiría y no quería darle tiempo de detenerme.

Anduve así, libre, hasta que di con las primeras luces de las calles de Forks, y fui, ya a paso normal hasta el supermercado, el cual estaba abierto 24 horas. Apenas entré pude oír los pensamientos de quienes allí estaban.

"Cullen" pensó alguien con desagrado, al parecer, alguno de los estudiantes del instituto, puesto que la voz solo me resultaba vagamente familiar.

"Qué guapo… quizás sea mi noche de suerte" pensaba una chica que me miraba en forma muy coqueta desde el sector de abarrotes.

"Umf" pensé tratando de bloquear otros pensamientos un tanto indecentes que provenían de las dependientes, que la parecer no tenían nada mejor que hacer en ese horario que analizar a los clientes nocturnos.

Me dirigí directo a la sección de alcoholes. Me sentí incomodo al no saber exactamente que llevar… no tenía mucha experiencia en esto, creo que la última vez que supe de alcohol fue hace siglos… literalmente. La vitrina era extensa y solo consiguió confundirme más.

Mi ojos volaron por todas las botellas, colores, variedades… precios, bueno, no era que importara eso, pero como desconocía gran parte del tema, pensaba que quizás el valor del producto indicara calidad… y yo quería lo mejor para mi Bella, aunque esto fuera para hacerla confesar sus sentimientos más profundos… De una manera bastante baja, hay que decirlo. Al fin y al cabo ella era la que había dicho que estaba bien.

Finalmente decidí hacer lo más fácil… llevar un poco de todo.

Tome cervezas, ginebra, vodka, whisky, ron, tequila… y rápidamente, con los brazos llenos a más no poder, llegué a una de las cajas de pago.

La chica de la caja me miró sorprendida, seguramente no era el común del nivel de compras ni la cantidad… al menos no para Forks.

- ¿Efectivo o tarjeta? – preguntó ella mirándome

- Tarjeta, por favor – dije con mi mejor sonrisa, al menos eso era lo que yo creía.

- ¿Estamos de fiesta? - "podrías invitarme, salgo en una hora" pensó a la vez la cajera.

- Si – murmure contrariado – Es algo estrictamente familiar – agregué, antes de que ella volviera al ataque.

- Oh – dijo con un dejo de decepción en su voz - que lo disfrute –

Salí con dos grandes bolsas y me pregunte cómo diablos iba a llegar a casa sin quebrar nada. Bueno, de algo que sirvan los sentidos desarrollados y la fuerza vampírica…

En minutos me encontraba en casa… me acerque a la puerta y pude escuchar algunos pensamientos.

- "No puede ser" – pensaba Alice

- "Increíble, realmente alucinante"- ese era Carlisle

- "Genial"- pensaba Jasper

- "Idiota" – bueno, esa solo podía ser Rosalie.

- "Se va a atragantar" – pensaba Esme, inquieta.

Entré y todos en seguida se volvieron a verme. Pero mis ojos se posaron en el único que no me miró… porque estaba bastante ocupado.

Emmett estaba echado hacia atrás, con una botella de vodka entre sus labios y literalmente haciéndola desaparecer en su contenido. Hasta para un vampiro la imagen era chocante.

De pronto Emmett vació la botella y la puso fuertemente sobre la mesa, con aire de superioridad.

- ¡Fácil! – gritó triunfante.

El silencio fue absoluto. Todos estaban congelados de asombro. Se podía escuchar un alfiler caer en la habitación. Ni siquiera había un pensamiento que oír-

- "Que rayos" – pensé yo, sin saber si lo que había visto no era algún tipo de alucinación.

Luego de unos inquietantes segundos, volvimos todos a fijar la mirada en Emmett, al ver que se movía, retorcía y ponía unas caras extrañas, retorciéndose. De hecho parecía todo un contorsionista.

- ¡Está envenenado! – tronó Rosalie histérica

- ¡Va a explotar! – chillo Alice

- ¡Coma etílico! – dictamino Carlisle

Mi pobre bebé – murmuró agonizante Esme.

- ¡Lo hemos asesinado! – grito Bella, aterrorizada

Yo los miré y no alcancé a advertirles.

- Emmett, no se te….-

Pero era tarde

Como si fuese un trueno, o el paso de un camión de carga, Emmett abría la boca para soltar el más sonoro y pegajoso eructo que se ha oído en Forks… o en el estado de Washington. Fue increíble. Incluso quedamos despeinados. Y Emmett sonreía como un idiota.

¡¿Qué? – preguntó contrariado.

No sabemos lo que resultará pero lo vamos a intentar (+16)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora