El comienzo de las historias

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Antes de Lub, de los soles y las lunas, de galaxias y el universo, antes de todo de todo lo que hoy conocemos, antes de todo comienzo, existieron solo 2 cosas, cada una infinita, cada una significativa para nuestra historia que aún no termina, esas 2 cosas, fueron, la interminable oscuridad, que con sus tinieblas gobernaba lo que algún día seria nuestro Universo, y Primus. Primus era un ser infinito, una fuerza interminable, él fue el primer deseo, y el primer dolor, él además fue, y aun es, la semilla de todo lo que existe y existirá. Primus nunca nació, al igual que la oscuridad, él siempre ha estado. Ambos existieron antes de la creación del mismo Universo. Pero, aunque los 2 siempre han sido eternos compañeros, cada uno es el opuesto del otro.

Primus vagó por la oscuridad durante centellones de siglos, preguntándose qué hacia el allí, buscando algún otro espacio, además del suyo, que no fuera ocupado por la oscuridad. Pensaba que si había tinieblas, estaban para ser iluminadas, y que si había un vacío, estaba para ser llenado. Por lo que viajo durante centellones de años, buscando y buscando algo más que solo oscuridad, cuando ya sentía que no había razón para seguir buscando, lloró, y al hacerlo, dejo caer una lagrima al eterno vacío, y al ver como caía lentamente por la oscuridad infinita, pronto reparo en que en realidad no estaba cayendo, su lagrima flotaba con su hermoso brillar, Primus la bautizo con el nombre de Abina, que significaba "amiga" en el idioma que durante toda su vida él se había esforzado en inventar, pronto Primus reparó en que además, durante todo su largo caminar, nunca había volteado a mirar atrás, nunca se había detenido a apreciar lo que ya había visto y recorrido, pensando que no valía la pena cuando había quizás mucho más por descubrir, se volteó a mirar, y ante sí estaba su creación, durante su largo caminar por la oscuridad, suspendido en un eterno vacío, los sentimientos que afloraban sus espíritu fueron creciendo y haciéndose más fuertes, a tal punto de romper la barrera con su cuerpo físico, esparciéndose por la oscuridad infinita, llenándola de color, adquiriendo distintas densidades y convirtiéndose en lo que hoy conocemos como planetas, satélites, soles, el Universo.

 Por lo que viajo durante centellones de años, buscando y buscando algo más que solo oscuridad, cuando ya sentía que no había razón para seguir buscando, lloró, y al hacerlo, dejo caer una lagrima al eterno vacío, y al ver como caía lentamente por...

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El legado de tres Mundos: La Gran Historia (precuela)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora