1 [Editado]

3.2K 328 139
                                    

Me encontraba sofocado tras haber terminado la exposición. No es que no me la hubiese aprendido o que se me haya olvidado alguna frase, no. Ojalá fuese eso. Lo que sucedía era mucho más grande y con más trasfondo. 

No se me daba bien hablar en público. Es más, lo etiquetaría como pánico escénico. Empezaba a sudar frío y mi lengua se convertía en un enredo peor que el de mis auriculares. Ni siquiera podía articular palabra y mis piernas parecían estar bailando claqué. Con, digamos, ''suerte'', había terminado de presentar mi tema, pero sin mucho éxito. Apenas me llegaba el aire a los pulmones y puedo jurar que la nueva profesora estaba apunto de marcar el número de emergencias. 

Al principio no estaba nervioso, hasta había hablando con TaeHyung en el pasillo un rato antes sobre el percance de ayer con su número y no me había notado ni una pizca de incomodez con respecto a lo que me esperaba. Pero al escuchar mi nombre salir de la boca de mi maestra se me cayó el mundo encima. Y el resto fue todo un desastre. Yo ya la había avisado, pero como era nueva en el centro y no parecía fiarse mucho de los alumnos, dio por hecho que la mentía para escaquearme. Al menos ahora habrá visto que no era así. 

Me siento en mi pupitre tambaleándome mientras una compañera de aula me susurra si necesito ayuda. Le niego con la mano y espero a que la clase acabe. Suena la campana cuando alguien termina con una exposición hablando sobre los cromosomas. Salgo y me dirijo como puedo a los baños de la planta baja, me lavo la cara con agua y respondo con muecas exageradas lo congelada que está. Con suerte puedo controlarme para que no me dé un ataque de ansiedad después del ridículo que he hecho. 

Gruño porque sé que nunca podré llegar a nada si esto sigue así. No se me daba bien socializar. No se me daba bien hablar con la gente y mucho menos delante de más de una persona. Suspiré cargando en mis hombros la pesadez que llevaba encima y volví hacia la última asignatura del día aún con cierto mareo invadiéndome. 

Arrastro mis pies y me tropiezo un par de veces bajando las escaleras, para no perder la costumbre, mientras el timbre de la finalización del horario escolar resuena en mis tímpanos. Esta mañana mi madre me había avisado de que no iba a llegar a casa hasta media noche, y ahora que me acuerdo no tengo ni puta idea de qué voy a comer. 

Veo a TaeHyung a lo lejos apoyado en una de las columnas de la entrada y le saludo con la cabeza. Me sonríe con los labios sellados y me empieza a contar que la profesora de Teatro y Artes Escénicas ha sido despedida. Escucho con interés su monólogo hasta que intervengo.

-¿Y por qué no la han dejado quedarse? Igualmente estaba muy mayor, ya sabes, se ve que dentro de poco se iba a jubilar. Les iba a dar igual. 

-Eso es lo que he pensado yo. Pero me da mucha lástima, ¿no crees? 

Me encojo de hombros.- Tampoco la conozco mucho, creo que la habré visto dos veces. 

-A mí me dio clase el año pasado, -comienza a decirme- y alguna vez hemos hablado fuera del aula. Es muy simpática. 

-Ya sabes que me suelo saltar sus clases. Si no puedo ni hacer una exposición, ni me imagino tener que hacer una obra de teatro o algo por el estilo.

TaeHyung gira a mirarme. Por lo que acabo de decir sé que supone que la exposición me ha ido de pena. Y no se equivoca. Pone una mueca y le doy las gracias internamente por no empezar a hablar del tema.

-¿Por qué la han echado exactamente? -cuestiono curiosamente después de unos segundos- Todos parecían tenerla mucho aprecio. Nunca ha tenido problemas, ¿no?

-La han puesto en la calle por pasarse de la edad establecida para trabajar. En realidad debería de estar ya jubilada, pero como necesita el dinero... 

Wrong digit. » Park JiMin ; Jeon JeongGuk.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora