Un engaño, una mentira, una traición.

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-Yo soy más bello que Dios. ¡Si es que existe!
Todos quedaron petrificados ante tal argumento. No justamente por su duda de la existencia de Dios, pues todos ya estaban acostumbrados al frecuente debate de su existencia. Si no porque intrigo la seguridad con que él, un humano cualquiera podria ser alguien incluso más bello que Dios, ¡Dios! El ser que los religiosos incluso no religiosos lo reconocen y adaptan su nombre a un significado de inmarcesible belleza.

Esa afirmación, esa seguridad era digna de ¿Aplaudir o repudiar?

La sala se llenaba lentamente de murmullos que no inmutó al chico que seguia subido a la mesa, con copa en mano y sonrisa intacta.

-Vamos Piénsenlo ¿Acaso alguno de ustedes a visto a Dios? Entonces, ¿Porque creer?- suspiró profundo y siguió - es mejor contemplar y adorar la belleza terrenal, que si, si. Escuchen bien damas y caballeros ¡Si la podemos ver!.

Los murmullos no pararon, algunos palabreaban con críticas cristianas y otros con innovaciones científicas. Comenzaba el caos intuyo Jared y era mejor acabarlo donde empezó. Bajó a su amigo de la mesa y lo llevo al jardín.
Su mente pasaba de admiración a enojo, pero como siempre ganó la admiración.

-¡¿Estás loco?!- dijo dejando escapar una sonrisa.
-Tan solo queria repartir la verdadera poesía.- dijo tambaleante.

Absalom tenia veinte años, era un joven adinerado nunca le faltó nada.
Creció en el seno de una familia cristiana pero por razones desconocidas no lo fue él.
Por su increible belleza era esclavo de admiraciones, incluso las de él mismo. Era de hermoso semblante, una hermosura no propia de este mundo y el así lo creía, su enamoramiento así mismo era tanto que consideraba su voz y pensamientos como poesía; bella y pura. Por tal razón se reservaba al hablar, por eso lo consideraban callado, pero para él su voz solo podían tener el privilegio de escucharla sus seres queridos. (Por esta razón lo llamaremos narcisista)

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"Las virtudes que se ostentan son falsas virtudes" -Bossuet Jacques.

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-No solo armaste una escena desagradable, has traumatizado a las personas de allá, al final yo soy quién tiene que calmarlos. Yo, limpiaré lo que tu suciedad ensucia.
Dijo Jeremy uniéndose a Jared y al narcisista.

Jeremy es el tercer personaje de esta historia. El es un famoso pianista ciego, perdió la vista a la edad de diez años y solo entonces se interesó por la música, aunque no podia ver, aquel sonido lo llevaba a ver lo que realmente quería ver.

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