Carnet HOW

Parte 1 de 1

*Los Drathvaty: El clan de los lobos negros. Los Drathvaty, también conocidos como los lobos del infierno son los alfas, imponen las reglas y los código a seguir. Para ser Drathvaty, debes ser parte de alguien de la realeza. Viven en los bosques frondosos o las cuevas, se alimentan de carne fresca y de sangre.

Todos los humanos son unos estúpidos, todos quieren ser hombres lobos o vampiros, pero ninguno aguantaría este mundo de locura... tener una vida de mujer loba no es nada fácil y mi vida desde un principio ha sido un caos lleno de problemas y peleas.

Como detalle al principio, soy una Drathvaty. Hija del alfa del clan de lobos negros o lobos del infierno como dicen los otros clanes. Pero este clan se caracteriza por su amor a sus estúpidas leyes y a su infinito amor hacia la guerra y la muerte, especialmente la sangre.

Mi vida ha sido un caos y una locura desde que tengo memoria, mi madre murió al tenerme así que todo lo que sé me lo ha enseñado mi padre y él es quien me crio desde bebé. Mi primera transformación como mujer loba fue a los 10 años y desde ese año mi vida dio un giro de 360 grados. Lo único que quería en esta vida era vivir mi vida normal, como una adolescente humana no como una adolescente loba.

Y ahora estoy a un paso de mi fin, lo único que me queda es correr lo más rápido que pueda...

-Vamos corre más rápido –dije sofocada, ya no sentía mis piernas y llevábamos corriendo todo el día completo.

Llevamos haciendo esto por semanas y me estaba cansando de hacer esto todos los días, ¿porque no podía vivir tranquila como una persona normal? Pero claro yo no era normal, yo era una mujer loba y eso significaba que mi mundo era totalmente diferente que el de los demás y más porque yo era la hija del alfa de los Drathvaty.

-Ya dentro poco se oculta el sol y nos convertiremos en lo que somos –dice cogiendo una gran bocanada de aire.

-Sabes que no me gusta ser mujer loba –dije enojada.

-En algún momento tendrás que aceptarlo, es tu naturaleza cariño –dice deteniéndose detrás de mí.

-¿Qué haces? –pregunto alarmada-. Nos pueden alcanzar... vamos corre –digo tomándolo de la muñeca.

Me acerca hacia él y sus labios rozan los míos delicadamente. Sentir eso me alivia por completamente y me hace olvidar todos mis problemas, pero eso no significa que no estamos huyendo de todos los hombres lobos del país. Somos los más buscados, por ahora. Se aleja un poco y me susurra en el oído:

-Te amo cariño.

-También te amo –le acaricio la mejilla-. Pero debemos de correr.

-Lose –me da un pequeño beso en los labios-. Cerca de aquí hay una cueva donde podemos ocultarnos y no transformarnos en la noche... vamos.

Corrimos lo más rápido posible a la cueva antes de que saliera la luna y nos transformarnos. Todos los hombres lobos tenemos esa cualidad de transformarnos solo con la luz de la luna, si nos ocultamos de la luz no nos convertimos en lobos sedientos de guerra y sangre. Esta es una de las razones por las que hui y no quiero ser una mujer loba, porque todo tiene que estar basado en muerte y en guerra. Nuestro clan enemigo son los Tolhums, ellos son los protectores de los humanos y las aldeas. Y casi todo el tiempo tenemos una guerra contra ellos.

-Llegamos –dice mientras entramos y sellamos la entrada.

-¿Cuánto tiempo más tenemos que huir? –le pregunto mientras me siento en el suelo.

-Todo el tiempo que sea necesario para llegar al lugar correcto y ser felices los dos juntos –se sienta a mi lado.

-Me duelen las piernas de tanto correr –me quejo recostándome en su hombro.