Mar
Llevava 4 horas caminando desde las 8 de la mañana y ya eran las 12 y no había encontrado ninguna gasolinera ni tienda en la que pudiera conseguir comida y algo de bebida, ya que solo me quedaba una bolsa de patatas fritas y dos botellines de agua.
Al cabo de 20 minutos oí un ruido que se parecía al de las pistolas y a un montón de infectados corriendo a un lugar en concreto, les seguí a escondidas cuando me encontré a dos hombres intentando evitar que los infectados se pegaran un banquete con ellos.
Rápidamente desenfunde mi arco prepare las flechas y empeze a disparar si saber lo que estaba haciendo, desde lo de mi madre no soporto que ningún infectado muerda a una persona mientras yo pueda evitarlo.
A eso me dedicaba, a salvar personas y dejarlas en un lugar seguro. Cuando conseguimos acabar con todos los infectados me acerque a ver si estaban bien aquellos hombres:-Estan bien, han tenido suerte de que les salvara él culo- dije en un tono sarcástico.
-Si bueno gracias, pero nos las hubiéramos apañado- dijo uno de los hombres.
-Si ya se veía, si hubiera tardado un poco mas hubierais sido comida para infectados-
-No hagas caso a mi amigo te agradecemos mucho tu ayuda, yo me llamo Marcus y él es Daryl- dijo él otro de los hombres, este se veía mas simpático.
-Yo Mar, y denada eso no se agradece-
-Porcierto, ¿perteneces a algún grupo Mar?- me pregunto Marcus
-No y tampoco quiero, llevo estos últimos años valiendome por mi misma, no necesito a nadie mas, mucha gente es un estorbo- dije sin pensármelo dos veces, siempre digo lo que pienso le guste o no a la gente.
-Bueno chica siento que pienses así, a mi me encantaría que te vinieses con nosotros , nos vendría bien alguien como tu, hace mucho tiempo que no encontramos gente a la que no le de miedo enfrentarse a los infectados, aunque sea solo para ver él lugar, supongo que tendrás hambre-
-Bueno si es solo para verlo y además me dais comida no se porque debería negarme, pero después me voy, no tengo tiempo para distracciones- se que debería haberme pensado mejor la oferta pero tenía hambre y hacia ya meses que no me encontraba ni hablaba con nadie.
Media hora despues
-Bueno chica ya hemos llegado, espero que te guste-
Él sitio era realmente precioso, no me imaginaba refugios así, con tanta gente, que incluso parecía feliz.
Las casas parecían nuevas y tenia una muralla enorme al rededor , supongo que era para evitar sorpresas no deseadas.-Ya puedes bajarte- me dijo él otro hombre que si no recuerdo mal se llamaba Daryl.
-No esta nada mal este sitio, ¿cuantos años lleváis aquí?-
-Porlomenos llevaremos aquí desde que comenzó la catástrofe, yo y mi hijo Carl creamos este sitio para estar seguros y proteger a aquellos que no tuvieran a donde ir- me explico Marcus, ahora por lo menos se que tiene un hijo, bueno tampoco es mucho , espero que no sea de ese tipo de personas que se creen superiores.
-Bonita historia abuelo, pero a mi lo único que ahora me interesa es comer-
-Bueno ya veo que nadie te ha enseñado modales, puedes ir pasando, Daryl te llevara a donde tenemos las provisones- dijo Marcus medio riendose.
A medida que iba pasando y veia él refugio, mas pensaba que era un sitio fantástico, y que las personas que vivían allí tenían suerte, pero yo no podia quedame, no debía, estando hay dentro no podría ayudar a mucha gente.
De repente algo me llamo la atención, era un chico de pelo marrón oscuro y ojos verdes amarronados, estaba ordenando lo que parecían las provisiones, nos quedamos mirándonos 20 segundos o mas, no tengo ni idea, no los conté.
-Hombre hola chaval, traemos a una invitada, aunque no creo que se quede por mucho tiempo, es muy tozuda- dijo Daryl. No me hizo mucha gracia aquel comentario que hizo sobre mi aunque fuera verdad y le dedique una mirada asesina.
-JA..JA..JA, muy gracioso, pero si no me quedo es porque tengo cosas mejores que hacer- dije un poco molesta.
-Como que, ¿dejar que te coman los infectados?, aquí estarías mejor- salto aquel chico, lo que dijo sobraba, si me quedaba aquí y tenia que convivir con él yo creo que hasta preferiría que un infectado me arrancase un brazo.
-Lo que tu digas, tampoco le voy a dar mucha importancia a lo que me digas- dije con un poco de mala leche pero era normal, aquel chico me había sacado de mis casillas.
-Y yo que creía que era él mas borde de aqui- dijo con una sonrisa picara.
-Hombre veo que ya has conocido a mi hijo Carl, he Mar. Espero que hayáis echo buenas migas- dijo Marcus entrando en la sala, cuando me dijo lo de su hijo en él coche no pensé que seria así de idiota , ya que él era muy simpático.
-Si pero no tenia él placer, hubiera preferido morirme sin conocerle.-
-Bueno veo que eres directa y no te callas ni una, pero se avecina una tormenta, y creo que seria mejor que te quedases con nosotros, para evitar que te pase algo, en mi casa hay una habitación libre , te quedaras hay, luego ya eres libre de marcharte si quieres.- me dijo Marcus, y la verdad, la noticia no me agrado mucho.
Ahora tenia que pasar unos días junto a un chico que ni siquiera soporto, encerrada en una casa, mi día mejora por momentos, y la verdad ahora me estoy planteando seria mente si quedarme en este refujio, me recuerda mucho a mi antiguo hogar y eso hace que piense que si quizás vivo aquí seria como estar en mi casa , exceptuando al molesto y arrogante chico llamado Carl.