XXII.De vuelta

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Narra Addeline

Alexandro se alejó de mi dejando antes una pequeña mordida en mi labio inferior.
Sus brazos siguieron envueltos en mi cintura, y después de mirarme a la ojos chocó su frente con la mía.

-Habrá más de un hombre que se quiera cagar en mi solo por estar cerca de ti. Es algo que no puedo evitar.

-¿Pueden seguir envidiandote no crees?

-Suerte la mía de haberte encontrado. -Me robó un pequeño beso - No sabes las ganas que tenía de esto

-¿Por qué esperaste tanto? -Pregunté alejándome un poco de él, cosa que él no permitió -

-No me quería aferrar a algo, por si lo pierdo - Hizo una breve pausa- evitar el dolor.

-Muy filósofo de tu parte Alexandro Kranevitter -Bromeé

-Es lo que tiene ser un sexy galán como yo -Me acercó más a él

-¿Y yo que soy? -Me acerqué a sus labios

-La sexy mujer que me acompaña en mis batallas -Juntó sus labios con los míos.

Nuestro beso fue interrumpido por mis carcajadas causadas por las manos de Alexandro en mi abdomen.
Me alejé de él saliendo por la única salida de la habitación.
Alex salió detrás mía para así cogerme, pero al ver la cara de sus amigos se quedó en el sitio.

-¿Qué a pasado? -Preguntó Alexandro acercándose a Dan y Chris

-Tenemos que salir cagando leches de aquí -Contesta un Chris malhumorado -

-¿Por qué? -Pregunté sentándome al lado de Angie

-Jhon nos localizó -Respondió Dan cruzándose de brazos. - Tenemos que irnos de Italia Alexandro

-Joder joder ¡JODER! -Alexandro comenzó a andar de un lado hacia otro - ¿Sabe que estamos aquí?

-Me acaba de llamar Carl, tu coche tenía un localizador. Al parecer lo pusieron anoche cuando estuviste en algún bar. -Chris cogió su chaqueta y se la puso - Chicas vayan haciendo las maletas, ustedes se vienen con nosotros.

-¿Bromeas? -Dijo levantándose Leonor - ¿Y nuestro trabajo? ¿Piso?

-Eso ahora da igual Leonor, sólo haz lo que te piden -Pide Dan - Addeline tu también por favor. No nos hagan esto más difícil.

Leonor y Angie se acercan a mi rodeandome. Cada una me cogió una mano y me miraron los ojos.

-¿Es necesario hacer esto Addeline? -Preguntaron a la vez - ¿Corremos peligro?

-Lo siento chicas -Se me quebró un poco la voz, pero aún así aguante las ganas de llorar - Todo esto es mi culpa. Sólo hagan las maletas y cuando no corran peligro no volverán a saber de mi.

Ellas sólo asintieron y se fueron a sus cuartos para alistar sus cosas.
En realidad todo esto es mi culpa. Si no hubiera aceptado la invitación para quedarme esa noche en este piso, ahora mismo ellas no estarían en peligro.
Algo en mi interior se removió

La culpa invadía mi cuerpo. Me alejé de Alexandro y sus amigos para ir a preparar por tercera vez una maleta.

Narra Alexandro

Esto se había convertido en un gran problema.
Ahora Leonor y Angie también corrían peligro sólo porque eran cercanas a Adde.
Después de llamar a Eugen para que preparara el avión privado para volver a California, metimos en el coche de Dan todas las maletas.

No nos podíamos permitir volver a la mansión por si nos esperaba una emboscada así que directamente nos fuimos al aeropuerto para volar hasta la ciudad natal de Addeline.

Directamente nada más llegar nos metimos en el avión mientras que unos muchachos metían las maletas.
A los diez minutos de estar esperando la cabeza de Eugen se pudo ver entrando al avión.

Su cara no era la mejor, algo ocurría.

-Alexandro, tenemos que hablar -Directamente fue a mi asiento -

-Habla aquí, no hay nada que ocultar

Todo el mundo estaba enterado de lo que ocurría, menos Leonor y Angie que supongo que Addeline le explicaría después.

-Se trata sobre Yiyianna -Dijo entre dientes- Esta mañana vino a buscarte y te quiso esperar.

-¿Y que pasa? -Pregunté

Se escucharon unos gritos y me temí lo peor.
Yiyianna entró en el avión con sus tacones de aguja negros corriendo hacia mi.

-Que estaba cuando me llamaste, y quiso venir. -Concluyó Eugen -

Yiyianna se sentó en mis piernas. La cara de Addeline cambió totalmente. Ella estaba a mi lado, cuando Yiyianna se sentó ella automáticamente fue a sentarse cerca de Leonor y Angie

-¿Puedes creer que no querían meter mis maletas? -Se quejó Yiyiana

-Que hayas traído ocho maletas no es normal -Le respondió Eugen


E

ugen se alejó de nosotros y se fue a sentarse con Addeline. Los asientos eran de dos y era la única que estaba sola.

Estos dos se pusieron a hablar como si nada.
Una sensación muy rara se apoderó de mí.

Aparté a Yiyianna de mis piernas que por supuesto esta comenzó a quejarse y me acerqué a Addeline y Eugen.
El avión justo estaba despegando pero me dió igual.

Al llegar me senté al lado de los dos.
Me senté encima de los abrochadores del cinturón pero también me dió igual.

-Eugen, ¿sabes algo? - En mi voz se pudo notar un poco de enojó, pero aún así proseguí - No sólo me has metido a la loca de Yiyianna aquí, si no que ahora te sientas con Addeline.

-Ey tío, no era mi intención traerla. Y si me senté aquí fue para no dejarla sola. -Me respondió Eugen tajante.

-Bien, te vas a levantar y vas a ir donde Yiyianna. Te vas a inventar que Addeline se siente mal y que voy a estar con ella todo el viaje. ¿Entendido?

Addeline se mantuvo callada. Soltó varios bufidos pero aún así no dijo nada al respecto.
Eugen sin decir ninguna palabra más se levantó y a paso lento fue hasta los asientos que antes compartía con Yiyianna.

-Perdoname Addeline, yo no quería...

-Será tu futura esposa, no me des explicaciones a mi. -Me interrumpió

-Oye preciosa -Levanté su mentón -Estoy muy seguro de con quién quiero estar, y te prometo que Yiyianna no está en mis planes.

Addeline me sonrió y se acercó a mis labios.

Estaba esperando ese beso con ansias hasta que la voz de Yiyianna hizo que Addeline se detuviera.

-¡YA ESTÁ ESA PERRA ROBANDO NOVIOS! ¡SÓLO SIRVE PARA CHUPARLA! ¡MALDITA ZORRA! ¡EUGEN SUELTAME, IRÉ LA REVENTARÉ Y VOLVERÉ!

Este viaje no será uno normal.

Atrapada © [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora