¿Miedo?

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Generalmente cuando escuchamos la palabra "miedo" nos imaginamos las cosas más desastrosas y horribles que cada mente sea capaz de crear. Algunos imaginan fantasmas, otros asesinatos, otros animales, otros a su madre con una sandalia o un cinturón en la mano... o no... El punto es que tal vez nos estamos imaginando al temor o al miedo de la manera incorrecta.

El miedo es un mal necesario, justo como el dolor. Sin ese sentimiento de adrenalina desesperante fluyendo por nuestra mente no seríamos capaces de muchas cosas. Y es que los límites también son necesarios. El riesgo es una parte fundamental en nuestra vida, sin embargo no podemos lanzarnos al vacío sin un paracaídas o una cuerda de emergencias.

Por supuesto que tiene sus cosas malas. Podemos temer de cosas ridículas que no somos capaces de controlar e incluso de nosotros mismos. Sin embargo, es el mismo terror el que nos anima a hacer cosas que ni siquiera creemos ser capaces de hacer. El miedo a reincidir en los mismos errores, el miedo a dejar ir las oportunidades, el miedo a arruinar tu vida, el miedo a las malas acciones, el miedo a la muerte de alguien valioso y muchos más temores que hacen de la inquietud y el nerviosismo algo que valga la pena tener.

Eso sí, siempre ten en cuenta no temer al fracaso, si es lo que deseas debes intentarlo; no temer al futuro, no te quedes estancado jamás, prepárate para la luchas venideras; no temer al perdón, pues llega a ser más satisfactorio que el rencor; y no temer a la vida. La razón para no temer a lo último es muy obvio, no temas porque te parezca difícil cada paso que des para vivir de la manera que deseas. Piensa que de todos los mundos en los que pudiste habitar terminaste aquí. De todos los seres que pudiste ser naciste como ser humano. Todas las luchas, dificultades, comodidades, retos, tristezas, alegrías, injusticias y victorias son parte del paquete con el que vino envuelto el regalo de la vida.

 Todas las luchas, dificultades, comodidades, retos, tristezas, alegrías, injusticias y victorias son parte del paquete con el que vino envuelto el regalo de la vida

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