Todos seguimos a la sirenita, que nos guiaría hasta su hogar. Pero en el camino ocurrió lo menos pensado.
Esmeralda nos miraba fulminante con sus ojos verdes que parecían rojos de la furia.Esmeralda: Asi qué rojita y la nuevita... Qué hacen por aquí? Y tú? Qué haces con ellas?- dijo dirigiéndose a la sirenita.
Sirenita: Dejame, Esmeralda! Ellos son mis amigos! Y ella- dijo señalandome- sólo quiere conocer a su madre.
Esmeralda: Hey! Hablame bien, niñita caprichosa! Y qué puedes saber tú quien es su madre?
Perla: Perdonen que interrumpa su discusión... Pero... Se conocen?
Sirenita: Demasiado... Ella es mi hermana mayor- dijo dirigiéndose a mi- Su madre es Gemma! La amiga de mamá!- dijo gritando a su hermana.Sentí que algo recorría mi cuerpo, una sensación de nervios... Había escuchado su nombre por primera vez... Gemma.
Esmeralda: Así que llevarás a la rojita y a la nuevita a nuestro hogar? De ninguna manera! Ellas no entrarán nunca, ni tampoco su familia- dijo señalando a mi tía y mis primos.
Sirenita: Esmi, porfis, dejame llevarlos- dijo haciendo carita tierna, tal vez así convencería a su hermana.
Esmeralda: Bien! Pero sólo la ven y luego se van... Si quieren seguir hablando con ella, Gemma también se irá con ellos. Con esa condición, Amatista.
Sirenita(Amatista): Okey, cumplo mi condición. Asi que vamos!- dijo dirigiéndose a nosotros- Ven esa cueva? Ese es mi hogar!Nos apresuramos, faltaba muy poco para llegar.
Entramos y había dos sirenas de espaldas, una con una larga cabellera rubia que le llegaba hasta la mitad de su cola y la otra con unos preciosos rizos castaños hasta la cintura.Amatista: Gemma! Mira! Encontré a tu hija!
La sirena de rizos se dio vuelta para mirarme y fue a abrazarme. Yo también la abrace.
Mi madre, era ella.
Eramos iguales.
Era como verme a mi con unos años más.
Estaba tan emocionada. La había encontrado! Por fin!
La búsqueda había finalizado, era ella.Me soltó para mirarme nuevamente y sonrió.
Gemma: Eres tú, mi pequeña...
Perla: Por fin te encontré, mamá.
Gemma: Perdoname por todo lo que hice.
Perla: Te perdono, por fin estamos juntas...
Gemma: Sí, linda. Y nunca más vamos a estar separadas.
Perla: Mamá! Me costó tanto encontrarte, lo logré! Lo logramos...-dije mirando a mi tía y a mis primos.
Gemma: Oh! Celeste! Eres tú!- dijo dirigiéndose a su hermana.
Mamá de Rubí (Celeste): Gemma! Te pudimos encontrar- dijo mientras la abrazaba.
Perla: La búsqueda terminó, ya estamos contigo.
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Secret into the sea
Short StoryYo amaba el océano. Mis padres no me comprendían. Un día llegó a mi vida la verdad. Una verdad que necesitaba para descubrir mi verdadera identidad. 21/12/2016: #316 en Historia Corta